INTRODUCCIÓN

Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.

Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.

En la columna principal del blog podrás leer artículos de divulgación relacionados con las cometas. En la barra lateral derecha puedes acceder a páginas más personales clasificadas por temas y también a diferentes tipos de recursos.


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ARTÍCULO ALEATORIO

Cómo hice la cometa Celepuk de Bali

La cometa Celepuk de Bali que he construido toma su nombre de un tipo de búho, ya que en indonesio “Celepuk” es la denominación común de esta ave. En Bali, las cometas Celepuk son una variante especial de las cometas tradicionales, diseñadas con forma de búho, con grandes ojos y alas extendidas que evocan su silueta en pleno vuelo. Pueden verse con facilidad en las playas balinesas, tanto en festivales como en días corrientes, sobre todo durante la estación seca (julio y agosto). Se fabrican en tamaños muy diversos, incluidas algunas muy grandes que superan los 2 metros de largo. Esta es mi versión de la cometa Celepuk, que mide 60 cm de largo por 48 cm de ancho y está decorada con un diseño de colores propio:

Cometa Celepuk (vista anterior). Diseño y construcción: Juan Antonio Muñoz López (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Cometa Celepuk (vista anterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)

Cometa Celepuk (vista posterior). Diseño y construcción: Juan Antonio Muñoz López (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Cometa Celepuk (vista posterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)

Como se aprecia en esta última fotografía, el papel de la parte inferior de la cometa sobresale más allá de las varillas de bambú del armazón, quedando suelto. Esto permite que esa parte ondee al viento como si se tratara de las plumas del ave.

Las dimensiones de los diferentes elementos de la cometa se indican en el siguiente plano a escala, mostrando en color morado las varillas de bambú y de madera de samba, en verde los cordeles de algodón trenzado, en negro el perímetro del papel y con círculos rojos los puntos donde van atados los tres cabos de la brida:

Plano a escala de la cometa Celepuk (Dibujo: Juan Antonio Muñoz)
Plano a escala de la cometa Celepuk
A: 60 cm; B: 48 cm
(Dibujo: Juan Antonio Muñoz)

El armazón o marco está compuesto por nueve varillas: ocho de bambú y un larguero central de madera de samba de 5 × 3 mm. Los dos arcos se han realizado con finas varillas de bambú trenzadas y encoladas con adhesivo flexible. El arco mayor está formado por dos piezas unidas, una a cada lado del larguero central. Los puntos de unión de las varillas se atan con hilo torzal de poliéster y se refuerzan con cola blanca. Tres de las varillas permanecen curvadas gracias a la tensión de los cordeles de algodón trenzado en color rojo que se aprecian en la fotografía. Para tensar dichos cordeles utilicé nudos tensores del tipo taut-line hitch:

Armazón de la cometa Celepuk (vista anterior). Diseño y construcción: Juan Antonio Muñoz López (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Armazón de la cometa Celepuk (vista anterior)
Los cordeles rojos mantienen curvadas las varillas mediante nudos tensores
(Foto: Juan Antonio Muñoz)

La cubierta de esta cometa está realizada con papel nepalí lokta hecho a mano, en su color natural, con un gramaje de 51 g/m². Recorté el papel siguiendo la forma de la cometa según el plano y tracé en él las líneas principales del boceto en negro. El papel lokta, al ser artesanal, presenta pequeñas manchas o variaciones de tono propias de la corteza de la planta utilizada en su elaboración. A continuación, lo pinté con acrílicos, aplicando un diseño de colores original mío:

Decoración con pinturas acrílicas de la cometa Celepuk. Diseño y construcción: Juan Antonio Muñoz López (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Decoración con pinturas acrílicas de la cometa Celepuk
(Foto: Juan Antonio Muñoz)

A continuación, pegué el papel lokta al marco de la cometa con cola blanca, colocando algunos refuerzos de papel en los extremos de las varillas:

Papel de la cometa Celepuk pegado al armazón (vista posterior). Diseño y construcción: Juan Antonio Muñoz López (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Papel de la cometa Celepuk pegado al armazón (vista posterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)

Después de dar los últimos retoques a la pintura de la cubierta, la cometa quedó así:

Cubierta de la cometa Celepuk pegada al armazón (vista anterior). Diseño y construcción: Juan Antonio Muñoz López (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Cubierta de la cometa Celepuk pegada al armazón (vista anterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)

Sujeté los tres cabos de la brida en los puntos indicados en el plano y até un lazo con un nudo Prusik (NP) para que el nudo de amarre (NA) de la brida fuese ajustable, con el fin de permitir modificar el ángulo de ataque de la cometa según el viento existente:

Brida de la cometa Celepuk. Diseño y construcción: Juan Antonio Muñoz López (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Brida de la cometa Celepuk
NP: nudo Prusik; NA: nudo de amarre
(Foto: Juan Antonio Muñoz)

A partir de la relación entre la superficie y el peso de esta cometa, calculé en mi hoja de cálculo la carga de vela o densidad. Ese dato me permitió estimar que necesitaría un viento medio de unos 9 km/h para poder volarla. Solo faltaba esperar el lugar y el momento adecuados.

Mostrando la cometa Celepuk. Diseño y construcción: Juan Antonio Muñoz López (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Mostrando la cometa Celepuk
(Foto: Juan Antonio Muñoz)


Para saber más:

Mis cometas artesanales


Cometas hechas con billetes de dinero

Las cometas confeccionadas con billetes de dinero tienen un valor histórico especial, pues se vinculan al periodo de hiperinflación que sufrió Alemania a comienzos de la década de 1920. En aquel tiempo, la devaluación era tan extrema que los niños utilizaban los billetes, ya prácticamente sin valor, como material para fabricar y volar cometas, como se puede ver en esta imagen histórica muy conocida:


Niños volando una cometa hecha con billetes de papelmarco, la moneda alemana gravemente devaluada por la hiperinflación. Fotografía de dominio público, Alemania, 1922.

Actualmente, todavía se hacen cometas con billetes de dinero que ya no están en circulación, especialmente en la India y Pakistán. He encontrado numerosos ejemplos sobre esta práctica. Estos son algunos de ellos:

Un artesano de Delhi (Raju Patang Wala) fabrica cometas utilizando billetes de dinero desde 1 a 2000 rupias. Hasta junio de 2025 había fabricado unos 350 tipos de cometas de billetes. Raju es el único artesano de la India que fabrica cometas con billetes por encargo:


Cometa india hecha con billetes de 20 rupias
(Fuente: Youtube. Ver vídeo)

En Internet se pueden encontrar varios tutoriales para fabricar cometas de dinero:


Cometa con moneda pakistaní. Diseño de cometa con dinero falso 2025
(Fuente Youtube. Ver vídeo)


Cómo construir una cometa con dinero

También en Brasil se fabrican cometas (pipas) con reales brasileños:


Pipa construida con reales brasileños
(Fuente: Tiktok. Ver vídeo)


La primera medición meteorológica realizada con cometas

El uso de cometas con fines meteorológicos ha durado más de 250 años. Se inició en el siglo XVIII y se mantuvo de forma constante hasta finales del siglo XIX y comienzos del XX. En ese periodo surgieron las estaciones aerológicas, instalaciones diseñadas para medir diversos parámetros atmosféricos a distintas altitudes, utilizando tanto cometas como globos para elevar los instrumentos. Todavía en el siglo XXI se utilizan ocasionalmente cometas en algunas investigaciones meteorológicas (véase High-Altitude Inflatable Kites and Their Role in Atmospheric Boundary Layer Research, 2024).

El primer uso de cometas para hacer observaciones meteorológicas tuvo lugar en 1749, cuando Alexander Wilson y Thomas Melvill (ambos escoceses) colocaron termómetros en un tren de cometas de papel que volaron sobre el pueblo de Camlachie, cerca de Glasgow.


Alexander Wilson (1714 – 1786)
Cirujano, tipógrafo, astrónomo, matemático y meteorólogo
(Imagen de dominio público)

Para describir esta primera experiencia utilizaré la narración que hizo su segundo hijo, Patrick Wilson, en un artículo biográfico sobre su padre, que se publicó tanto en Transactions of the Royal Society of Edinburgh como en Edinburgh Journal of Science.

Alexander Wilson se propuso explorar la temperatura de la atmósfera en las regiones más altas, elevando varias cometas de papel, una sobre otra, sobre la misma línea, con termómetros fijados en las que volarían más alto.

Tanto Wilson como Thomas Melvill construyeron media docena de grandes cometas de papel, de cuatro a siete pies de altura (entre 1,21 y 2,13 metros, aproximadamente), con los materiales más resistentes y ligeros de los que disponían (papel y madera).

A mediados de julio de 1749, viendo que había una suave brisa constante, sacaron todo su equipo a un campo cercano en Camlachie, acompañados por sus amigos y otras personas.


Recreación digital de Alexander Wilson y Thomas Melvill volando un tren de seis cometas.
(Imagen: Juan Antonio Muñoz, generada con IA y editada digitalmente)

Comenzaron por levantar la cometa más pequeña. Cuando alcanzó cierta altura, tres ayudantes de Wilson unieron la cuerda de la primera cometa a la parte posterior de una segunda cometa y así hasta unir seis cometas en tren, una detrás de la otra en la misma línea. La cometa superior ascendía a una gran altura, desapareciendo a veces entre las blancas nubes de verano.

Para obtener la temperatura de la atmósfera a diferentes alturas, colocaron varios termómetros bien asegurados en las primeras cometas y los recubrieron con gruesas tiras de papel atadas para protegerlos. Tenían que caer a intervalos determinados desde las cometas más altas. Esto se lograba quemando gradualmente un hilo de fósforo.

Wilson y Melville realizaron estos experimentos atmosféricos varias veces durante ese verano y el siguiente. Así lograron medir la temperatura del aire a varios niveles sobre el suelo simultáneamente con un tren de cometas.

En el momento de los experimentos de 1749, Melvill era el inquilino de Wilson y un joven estudiante de 23 años. Falleció a los 27 años. Esta muerte temprana determinó que los resultados de los experimentos con cometas no se publicasen por entonces, quedando en el olvido durante más de setenta años, hasta que las memorias del profesor Wilson fueron publicadas en Inglaterra por su hijo Patrick Wilson en 1824.

El método empleado por Wilson fue muy innovador, ya que implicó el uso de un tren de cometas para alcanzar grandes alturas (aproximadamente 914 metros) y realizar mediciones simultáneas a diferentes niveles atmosféricos, algo imposible con una sola cometa.

Hay que aclarar que algunas fuentes modernas se refieren a las cometas utilizadas por Wilson como "cometas de caja". Sin embargo, la cometa de caja o cometa celular fue inventada por Lawrence Hargrave en 1893. Por lo tanto, es históricamente imposible que Wilson y Melvill utilizaran este diseño en 1749. Las cometas en Europa en el siglo XVIII eran predominantemente de formas más simples, como las planas, con forma de diamante con cola o de pera, como se muestra en este dibujo de la época:


Volando la cometa. Dibujo a pluma y tinta marrón de Francis Hayman. Alrededor de 1740. Crédito: Centro de Arte Británico de Yale, Colección Paul Mellon.
(Imagen de dominio público)