Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.
Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.
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La cometa tradicional china del dragón al estilo ciempiés es una maravillosa pieza de arte volante y de colección. Los detalles artesanales de estas cometas son únicos y proporcionan a cada cometa un carácter propio.
La cabeza se elabora a mano con bambú partido al que se le da forma con el calor de una llama. Una vez construido el armazón de la cabeza, se cubre con seda y luego se pinta cuidadosamente a mano con un motivo tradicional. Se utilizan mucho los colores rojo brillante, amarillo, verde y azul.
El cuerpo segmentado (ciempiés) del dragón representa una serpiente. Se compone de círculos planos de bambú y seda, pintados de forma individual. Cada disco está atravesado por una larga varilla de bambú con plumas en los extremos. Estas largas varillas sirven para equilibrar los discos.
El nueve es el número de la suerte en la cultura china, por eso casi todo gira alrededor del nueve en esta cometa, como la apariencia de la cabeza (ver más adelante) o el número de discos, que suele ser múltiplo de nueve.
Lo más sorprendente de estas cometas es lo bien que vuelan. Cada disco ofrece una gran fuerza de ascensión, así que la potencia de ascensión combinada de las decenas de discos crea un tren ondulante en el cielo. La cabeza se puede mantener en la mano mientras que el resto del cuerpo permanece en el aire.
Entre las cometas dragón se encuentran las más largas del mundo, algunas de varios cientos de metros, pero también pueden tener tamaños pequeños, de unos pocos metros.
En la tradición china, el dragón representaba el poder, la fuerza y la buena suerte. Se consideraba una criatura benevolente, con poderes para traer la lluvia, las inundaciones y los huracanes.
Hay nueve tipos principales de dragones chinos, donde la apariencia de cada uno de ellos se compone de partes de nueve animales diferentes, que varían según el tipo de dragón. Así, por ejemplo, pueden tener la cabeza de un camello, los cuernos de un ciervo, los ojos de langosta, el morro de buey, la nariz de perro, la melena de león, los bigotes de un siluro, las garras de un águila y las patas de un tigre. De la barbilla pende una larga barba humana, símbolo de la inteligencia y el talento.
En el folclore chino abundan las historias sobre la cometa dragón. Se utilizó en la guerra como un arma psicológica para asustar al enemigo a distancia. También se cuenta que el general Han Xin utilizó una cometa dragón para conquistar un castillo enemigo. El castillo estaba fuertemente defendido, por lo que Han Sin decidió excavar un túnel a través del muro. Calculó la longitud del túnel mediante una cometa dragón que voló por encima de los muros del castillo.