Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.
Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.
En la columna principal del blog podrás leer artículos de divulgación relacionados con las cometas. En la barra lateral derecha puedes acceder a páginas más personales clasificadas por temas y también a diferentes tipos de recursos.
El uso de cometas con fines meteorológicos ha durado más de
250 años. Se inició en el siglo XVIII y se mantuvo de forma constante hasta
finales del siglo XIX y comienzos del XX. En ese periodo surgieron las estaciones
aerológicas, instalaciones diseñadas para medir diversos parámetros
atmosféricos a distintas altitudes, utilizando tanto cometas como globos para
elevar los instrumentos. Todavía en el siglo XXI se utilizan ocasionalmente cometas
en algunas investigaciones meteorológicas (véase High-Altitude
Inflatable Kites and Their Role in Atmospheric Boundary Layer Research, 2024).
El primer uso de cometas para hacer observaciones
meteorológicas tuvo lugar en 1749, cuando Alexander Wilson y Thomas
Melvill (ambos escoceses) colocaron termómetros en un tren de cometas de
papel que volaron sobre el pueblo de Camlachie, cerca de Glasgow.
Alexander Wilson (1714 – 1786) Cirujano, tipógrafo, astrónomo, matemático y meteorólogo (Imagen de dominio público)
Para describir esta primera experiencia utilizaré la narración que hizo su segundo hijo, Patrick Wilson, en un artículo biográfico sobre su padre, que se publicó tanto en Transactions of the Royal Society of Edinburgh como en Edinburgh Journal of Science.
Alexander Wilson se propuso explorar la temperatura de la atmósfera en las regiones más altas, elevando varias cometas de papel, una sobre otra, sobre la misma línea, con termómetros fijados en las que volarían más alto.
Tanto Wilson como Thomas Melvill construyeron media docena de grandes cometas de papel, de cuatro a siete pies de altura (entre 1,21 y 2,13 metros, aproximadamente), con los materiales más resistentes y ligeros de los que disponían (papel y madera).
A mediados de julio de 1749, viendo que había una suave brisa constante, sacaron todo su equipo a un campo cercano en Camlachie, acompañados por sus amigos y otras personas.
Recreación digital de Alexander Wilson y Thomas Melvill volando un tren de seis cometas.
(Imagen: Juan Antonio Muñoz, generada con IA y editada digitalmente)
Comenzaron por levantar la cometa más pequeña. Cuando alcanzó cierta altura, tres ayudantes de Wilson unieron la cuerda de la primera cometa a la parte posterior de una segunda cometa y así hasta unir seis cometas en tren, una detrás de la otra en la misma línea. La cometa superior ascendía a una gran altura, desapareciendo a veces entre las blancas nubes de verano.
Para obtener la temperatura de la atmósfera a diferentes alturas, colocaron varios termómetros bien asegurados en las primeras cometas y los recubrieron con gruesas tiras de papel atadas para protegerlos. Tenían que caer a intervalos determinados desde las cometas más altas. Esto se lograba quemando gradualmente un hilo de fósforo.
Wilson y Melville realizaron estos experimentos atmosféricos varias veces durante ese verano y el siguiente. Así lograron medir la temperatura del aire a varios niveles sobre el suelo simultáneamente con un tren de cometas.
En el momento de los experimentos de 1749, Melvill era el inquilino de Wilson y un joven estudiante de 23 años. Falleció a los 27 años. Esta muerte temprana determinó que los resultados de los experimentos con cometas no se publicasen por entonces, quedando en el olvido durante más de setenta años, hasta que las memorias del profesor Wilson fueron publicadas en Inglaterra por su hijo Patrick Wilson en 1824.
El método empleado por Wilson fue muy innovador, ya que implicó el uso de un tren de cometas para alcanzar grandes alturas (aproximadamente 914 metros) y realizar mediciones simultáneas a diferentes niveles atmosféricos, algo imposible con una sola cometa.
Hay que aclarar que algunas fuentes modernas se refieren a las cometas utilizadas por Wilson como "cometas de caja". Sin embargo, la cometa de caja o cometa celular fue inventada por Lawrence Hargrave en 1893. Por lo tanto, es históricamente imposible que Wilson y Melvill utilizaran este diseño en 1749. Las cometas en Europa en el siglo XVIII eran predominantemente de formas más simples, como las planas, con forma de diamante con cola o de pera, como se muestra en este dibujo de la época:
Volando la cometa. Dibujo a pluma y tinta marrón de Francis Hayman. Alrededor de 1740. Crédito: Centro de Arte Británico de Yale, Colección Paul Mellon.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la fuerza aérea alemana, la Luftwaffe, desarrolló a finales de la década de 1930 un transmisor de radio de emergencia conocido como NSG1, que fue perfeccionado en 1941 con el modelo NSG2. El propósito de este dispositivo era facilitar el rescate de las tripulaciones en caso de que sus aviones se vieran obligados a amerizar. En tal situación, los tripulantes solo debían sacar una cometa plegable guardada en una bolsa y hacerla volar. La cometa iba unida al transmisor por un largo cable metálico que funcionaba como antena, permitiendo la emisión de señales de socorro.
Pilotos en espera de rescate lanzando una cometa de caja alada
(Fotografía histórica coloreada con IA cuya autoría no ha podido ser identificada)
Prueba de cometa de emergencia alemana de la Segunda Guerra Mundial
En 1941, los británicos capturaron uno de estos transmisores y desarrollaron el suyo propio con el mismo propósito que los alemanes.
A partir de entonces, la Real Fuerza Aérea Británica (RAF, Royal Air Force) proporcionó a sus pilotos un "equipo de rescate" que se colocaba en las balsas salvavidas, con el fin de que las tripulaciones de los aviones siniestrados pudieran utilizarlo para elevar una antena con una cometa o un globo y comunicar su posición a través de una frecuencia de radio internacional. Los equipos de búsqueda podían detectar la dirección de la señal de socorro y localizar a los náufragos.
El kit de rescate incluía, entre otros elementos, una cometa plegable tipo caja y una radio con una antena de alambre para conectarla a la línea de la cometa:
Piloto montando la cometa de caja en la balsa salvavidas
(Fuente de la imagen: Handbook of maintenance instructions radio set AN/CRT-3. Imagen coloreada con IA)
Piloto utilizando el radiotransmisor con la antena unida a la línea de la cometa
(Fuente de la imagen: Handbook of maintenance instructions radio set AN/CRT-3. Imagen coloreada con IA)
El radiotransmisor tenía una forma ergonómica para permitir sostenerlo entre las piernas del piloto:
Esta forma de "reloj de arena" dio origen al nombre "Gibson Girl" a la radio, pues recordaba las figuras de las modelos femeninas del artista de moda Charles Gibson de 1890. A la cometa de caja también se le ha dado este nombre de "Gibson Girl":
The Gibson Girl
Ilustración de Claire Avery
Vogue, 15 de octubre, 1934
La cometa de caja “M-357-A” tenía un ingenioso armazón tubular de aluminio dividido en dos mitades que se unían entre sí. La lona era de algodón amarilla y llevaba las instrucciones de uso en la tela. Medía 90 cm de alto, 43 cm de ancho y 43 cm de profundidad. Podía levantar unos 79 metros de alambre de acero del tambor de la bobina del transmisor de emergencia “Gibson Girl”:
La cometa de rescate de la RAF M-357-A de la Segunda Guerra Mundial con su lata original para guardarla
(Fuente: WW2 Raf Gibson Girl Rescue Box Kite, Radio Antenna & Original Canister 1940s | EBay, s. f.)
El transmisor y la cometa fueron suministrados a la RAF, a la Real Fuerza Aérea Canadiense y a las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos. Los excedentes militares de estas cometas aún se vendían en tiendas de cometas en la década de 1970.
En este vídeo se puede ver la preparación y lanzamiento de una cometa de rescate Gibson Girl:
Cometa Gibson Girl
En 1943 la cometa de caja fue sustituida por un diseño Conyne que podía ser lanzado mediante un disparo de cohete:
Cometa Conyne de rescate
(Fuente: Air Publication 1186, Volume 1, Section 1, Chapter 13, Air Ministry 1943. Imagen coloreada con IA)
George Pocock (1774-1843) fue un inventor inglés conocido especialmente por crear el “Charvolant”, un carruaje tirado por cometas. Desde joven, Pocock se interesó por las cometas y comenzó a experimentar con ellas, usándolas para tirar de cargas, desde pequeñas piedras hasta objetos más grandes. De adulto, se mudó a Bristol donde trabajó como maestro de escuela. Fue también un predicador metodista y padre de 11 hijos.
George Pocock y su Charvolant
En 1820, Pocock descubrió que varias cometas combinadas podían soportar pesos considerables y empezó a probar con cometas capaces de levantar a personas. En 1824, utilizó una cometa de 9 metros para elevar a su hija Martha en una silla a más de 82 metros de altura. Más tarde, ese mismo año, levantó también a su hijo mediante una cometa hasta la cima de un acantilado de 60 metros. Hacia el final de su libro “Tratado sobre el arte aeropleústico, o navegación en el aire, mediante cometas o velas flotantes” describe esta experiencia con su hija Martha Pocock de 14 años, tal como se escucha en el siguiente vídeo:
Siguiendo con sus experimentos con cometas, Pocock descubrió
que un pequeño número de cometas grandes podía tirar de un carruaje con
pasajeros. En 1826, patentó el diseño del "Charvolant" o carruaje
de cometa, cuyo nombre proviene del francés "char" (carro) y
"cervolant" (cometa). Este vehículo sin caballos se propulsaba
mediante dos grandes cometas en tándem, capaces de alcanzar velocidades de
hasta 32 km/h. La descripción de la patente se puede escuchar en el siguiente
vídeo:
Patente del
Charvolant (Fuente: The Register of Arts, and Journal of Patent Inventions, Volumen 1, Editado por Luke Herbert) (Vídeo: Juan Antonio Muñoz) (Voz por Fonos de
Monoceros Labs)
El Charvolant estaba construido expresamente para ser llevado por cometas o velas flotantes, como Pocock las llamaba. Estaba montado sobre cuatro ruedas y tenía capacidad para cuatro personas. El cuerpo del carro era largo y estrecho, con el propósito de ofrecer la menor resistencia posible al aire. La parte delantera del carruaje estaba abierta, permitiendo al conductor manejar las cometas con facilidad. La parte trasera estaba cerrada, proporcionando un compartimento seguro para llevar equipaje y provisiones. El carro estaba equipado con una serie de poleas y cuerdas que permitían al conductor levantar, bajar y dirigir las cometas con gran precisión. En la parte superior del carro había un mástil alto y ligero, desde el cual se extendían dos cometas en una sola línea que medía entre 450 y 550 metros:
Charvolant y su cometa
(Fuente: A treatise on the æropleustic art, or navigation in the air by means of kites, or buoyant sails)
Chasis del Charvolant
(Autor desconocido)
Según Pocock, el manejo del Charvolant era simple y eficaz. Para iniciar el viaje, el conductor elevaba las cometas, que inmediatamente comenzaban a tirar del carro hacia adelante. El Charvolant se dirigía mediante cuatro líneas de control que se desenrollaban o recogían desde grandes carretes montados en la parte delantera del carro. Las grandes ruedas permitían aprovechar la potencia de las cometas de manera efectiva. Además de controlar las cometas, el conductor dirigía el carro con una barra en T (el volante) que controlaba las ruedas delanteras. Para frenar el carro, se utilizaba una barra de hierro que se empujaba contra el suelo al accionar una palanca, a la vez que las cometas se bajaban o se colocaban en una posición en la que no puedan atrapar el viento.
Dibujo del sistema tracción por cometas de George Pocock, 1827
(Autor desconocido)
En 1827 publicó su libro “The Aeropleustic Art, or Navigation in the Air by the Use of Kites, or Buoyant Sails” (El arte aeropleústico, o navegación en el aire mediante cometas o velas flotantes):
Portada de la primera edición del libro “The Aeropleustic Art, or Navigation in the Air by the Use of Kites, or Buoyant Sails” de George Pocock, W. Willson, London, 1827, 51 páginas.
El libro contiene relatos de los experimentos de Pocock con
cometas, explicando la mecánica, la construcción y el poder de las mismas.
Propone la aplicación de las cometas para servir como velas auxiliares para los
buques mercantes. También sugiere utilizar cometas para realizar rescates en
naufragios. En el libro, Pocock detalló las características y virtudes del
Charvolant, destacando la suavidad del viaje y la emoción de deslizarse
rápidamente impulsado por el viento. Escribió que podía alcanzar velocidades de
32 km/h y recorrer 1,6 Km en menos de tres minutos incluso en carreteras en mal
estado.
Tratado sobre el arte aeropleústico, o navegación en el aire, por medio de las cometas o velas flotantes, George Pocock. Longman, Brown, and Company, 1851 - 54 páginas.
En esta edición se especifica el tamaño de las cometas. Así, por ejemplo, un carro de cuatro personas tenía una cometa piloto de 3,95 m de altura y una cometa principal de 4,57 m. Las cometas utilizadas tenían cubiertas de lino. Pocock describe así en su libro la estructura de las cometas:
“La cometa piloto, o la cometa superior, debe ser de la forma común, o con cabeza circular. Las peculiaridades de la invención son estas: la cometa está hecha para plegarse; el mástil se divide en dos longitudes iguales, o, si la cometa es muy grande, en tres; las alas tienen bisagras en la cabeza del mástil y, si son de gran tamaño, cada ala se divide en dos partes, con una segunda articulación”.
Tipo de
cometa semejante al utilizado para tirar del Charvolant
(Fuente: Youtube)
Como dije anteriormente, las cometas tenían cuatro líneas, una en cada borde lateral, que permitían volar la cometa en dirección recta a favor del viento. El ajuste de la línea inferior permitía a la cometa subir y bajar para hacer frente a la velocidad variable del viento o controlar la velocidad del carruaje.
En el libro se describen varios viajes interesantes, sobre los que Pocock comenta:
Charvolants
viajando en varias direcciones con el mismo viento (Dibujo por S. Colman y grabado por P. Roberts. Publicado por Sherwood &
Co., Londres, 1827) (Vídeo: Juan Antonio Muñoz) (Voz por Fonos de
Monoceros Labs)
Pocock y sus Charvolants se hicieron muy populares. En una carrera entre Bristol y Marlborough, un grupo de tres Charvolants viajaron juntos 182 km. Uno de los Charvolant adelantó al carruaje de correo, entonces el medio de transporte de pasajeros más rápido.
Una de las excursiones más placenteras realizadas por Charvolants fue en el verano de 1846, cuando la familia de Pocock, compuesta por 16 personas, viajó casi 200 km desde Bristol hasta Londres en tres carruajes.
En el “Journal of the Franklin Institute” de 1828 aparece la noticia de que un Charvolant pasó por delante del carruaje tirado por caballos del Duque de Gloucester, una falta de etiqueta en aquella época que obligó al conductor del Charvolant a detenerse rápidamente y permitir que el Duque pasara.
Charvolant adelantando a un carruaje tirado por caballos
(Fuente: A Treatise on the Aeropleustic Art, Or Navigation in the Air, by Means of Kites Or Buoyant Sails. George Pocock. Longman, Brown, and Company, 1851)
El Charvolant no tuvo éxito comercial, a pesar de que
evitaba los peajes, ya que no usaba caballos.
Hubo varias razones que provocaron su fracaso. Primero,
controlar la dirección del vehículo y las cometas al mismo tiempo era muy
difícil, incluso para conductores expertos. Segundo, si varios Charvolants
estaban en la misma carretera, las líneas de las cometas podían enredarse,
creando un riesgo. Además, la llegada del ferrocarril y los motores de
combustión interna ofrecieron métodos de transporte más fiables y fáciles de
manejar, haciendo que el Charvolant quedara como una curiosidad histórica.
Pocock y su familia continuaron utilizando el Charvolant
para excursiones de un día hasta su muerte en su casa de Bristol por
bronquitis, el 9 de noviembre de 1843.
Creo que Pocock fue un visionario en su tiempo, demostrando
con su creatividad y audacia que el viento podía ser una poderosa fuerza
motriz. Sus innovaciones no solo inspiraron el kite buggy,
sino que también mostraron cómo las cometas podían ser utilizadas para el
rescate en naufragios (ver “Salvamento marítimo"). Como él sugirió, hoy en día las cometas
impulsan desde pequeñas embarcaciones hasta grandes buques (ver “Barcos arrastrados por cometas”).
En 2006, la regatista y deportista francesa Anne Quéméré
realizó una audaz travesía de 55 días a través del Atlántico Norte desde Nueva
York hasta Bretaña (Francia), pilotando una pequeña embarcación impulsada por una cometa, navegando en solitario y sin
asistencia una distancia de más de 5.600 kilómetros. Esta fue la primera vez en
el mundo en lograr esta hazaña.
La embarcación de Anne
Quéméré impulsada por una cometa (Fuente Youtube)
Su embarcación, la Oceankite Connétable, fue diseñada, construida y probada durante un año por el arquitecto naval Marc Ginisty. Medía 5,50 m de eslora, 2,20 m de manga y pesaba 300 kg cuando estaba completamente cargada. Era insumergible y autoadrizable gracias al grueso aro situado encima de la cubierta trasera, lo que eliminaba la necesidad de una balsa de seguridad a bordo:
La embarcación estaba libre de cualquier elemento saliente para evitar que las líneas de la cometa quedasen enredadas en algún sitio. No tenía cabrestante ni motor. Los paneles solares alimentan únicamente la desalinizadora, la computadora, la radio y el teléfono satelital. No tenía quilla, sino una orza retráctil. Estaba decorado con el emblema de su patrocinador de 2006, las conservas de pescado “Connétable”:
Paneles solares del
Oceankite Connétable (Fuente: Youtube)
Decidió utilizar cometas de kitesurf de Naish (uno de
los mayores fabricantes de material de kitesurf) con cámaras inflables
individualmente en el borde de ataque y en los puntales. Esto las hacía
totalmente insumergibles. Llevaba varias cometas de tracción de cuatro líneas,
de 8 a 25 m2. Las cometas de repuesto iban guardadas dentro del
compartimento delantero del barco.
Cometa utilizada por
Anne Quéméré (Fuente: Youtube)
Anne dirigía la cometa maniobrando la barra de control a la que se unían las cuatro líneas de la cometa:
Anne Quémérécomenzó su viaje
el domingo 18 de junio de 2006 a las 15:17 en Ambrose Light (Nueva York).
Eligió la ruta más difícil del Atlántico Norte, en la latitud 40 norte, por lo
que tenía que navegar muchas veces contra el viento.
El Oceankite
impulsado por la cometa (Fuente: Youtube)
El viaje resultó ser todo un desafío. Tuvo que vivir durante dos meses entre un camarote de un metro cúbico y una cubierta de 2 metros cuadrados, el espacio suficiente para estirar las piernas cuando manejaba el reposapiés que controlaba el timón.
Interior del camarote
con la cocina, la cama y el equipo electrónico (Fuente: Youtube)
Todos los días llamaba por el teléfono satelital a su especialista
en pronósticos meteorológicos marinos. Una ola de calor extremo convirtió su camarote
en un horno. La mayor parte del tiempo no había suficiente viento para que la
cometa despegara, por lo que no tenía nada más que hacer que descansar, leer y
escuchar música.
Anne Quéméré
descansando en el interior del camarote (Fuente: Youtube)
Los momentos más peligrosos de su viaje fueron los múltiples encuentros con grandes cargueros que en alguna ocasión pudieron aplastar el pequeño bote.
Debido a que sus cometas no eran lo suficientemente estables como para volar solas, Anne tenía que mantener siempre al menos una mano en la barra de control asegurada al barco, navegando 10 horas al día sin parar.
Cometa en el agua por
falta de viento (Fuente: Youtube)
La travesía culminó el 13 de agosto con la llegada a la línea Lizard-Ouessant y después en dirección a Douarnenez, donde se encontraba la antigua fábrica de conservas Chancerelle, empresa matriz de la marca Connétable que patrocinó este viaje.
Línea Lizard-Ouessant
entre el faro del Créac’h (isla de Ouessant) y el cabo Lizard en Inglaterra (Fuente: adaptado de Wikimedia)
Llegada de Anne
Quéméré al puerto de Douarnenez (Fuente: Youtube)
El Atlántico Norte en una embarcación con cometa en solitario – Anne Quéméré
Las cometas no son solo sirven para volarlas de forma estática en el cielo, sino que también ofrecen una amplia gama de actividades divertidas y creativas para disfrutar al aire libre.
Controlando un tren de cometas en vuelo estático
(Foto: Ana Romero)
En este artículo describo diversas actividades que se pueden
practicar con cometas, muchas de las cuales he tenido la suerte de realizar:
1. Vuelo acrobático de cometas:
El vuelo acrobático de cometas de dos o cuatro líneas es una
actividad llena de emoción y habilidad. Los pilotos expertos pueden hacer que
sus cometas realicen giros, loopings, deslizamientos y maniobras intrincadas en
el aire. Esta disciplina requiere destreza y práctica, pero una vez que se dominan
las técnicas básicas, es muy divertido realizar acrobacias aéreas. (SABER MÁS…)
Piloto volando dos pequeñas cometas acrobáticas
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
2. Lucha de cometas:
La lucha de cometas es una competencia popular en muchos
países, particularmente en India, Afganistán, Chile, Bangladesh, Indonesia,
Pakistán, Corea, Vietnam, Tailandia, Nepal, Brasil y Estados Unidos. Consiste
en enfrentar a dos cometas utilizando hilos recubiertos de vidrio o ligeramente
abrasivos. El objetivo es cortar el hilo de la cometa oponente para hacerla
caer. Se utilizan cometas planas de una sola línea y se requiere una gran
destreza y estrategia. (SABER MÁS…)
Pero no hace falta recurrir a hilos abrasivos, ni cortar la
línea de la cometa oponente. Basta con intentar enganchar la línea del
adversario y hacer caer su cometa al suelo, como vemos en este vídeo:
Lucha de cometas
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
3. Deportes con cometas:
Hay muchos deportes que utilizan cometas de tracción para
deslizarse sobre el agua, la tierra o la nieve, como el kitesurf, el kite buggy
y el snowkiting, respectivamente. Estos deportes extremos requieren habilidad y
mucha resistencia. (SABER MÁS…)
Quizás uno de los más accesibles sea el Kite
Skateboarding, que consiste en el uso de una cometa para deslizarse sobre
una tabla de skate:
Las cometas también pueden utilizarse para capturar imágenes
y vídeos únicos desde las alturas. KAP son las siglas de "Kite
Aerial Photography" y KAV de "Kite Aerial Video". Estas
dos modalidades del vuelo de cometas consisten en elevar una cámara en la línea
de vuelo de una cometa para tomar fotos o vídeos desde una perspectiva poco
habitual. Para sacar fotografías o vídeos aéreos hay que levantar una cámara
sujeta de alguna forma a la línea de la cometa. El disparo de la cámara puede
hacerse de forma remota o automática. (SABER MÁS…)
Ejemplo de KAP con una montura que sujeta una cámara GoPro. La montura se mueve por radiocontrol y la recepción de la imagen se controla en un smartphone por wifi. (Foto: Ana Romero)
Fotografía aérea del Festival del viento de Valencia 2015
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
5. Vuelo de mensajeros con cometas:
Un mensajero es un artilugio que se coloca en la línea de
una cometa para ascender por ella impulsado por el viento. Un buen mensajero es
capaz de bajar una vez que ha soltado una carga o choca con un tope colocado en
la línea de la cometa. Desde los mensajeros se pueden liberar mascotas de
peluche en paracaídas (parafuana), caramelos, aviones planeadores, cámaras de
vídeo en paracaídas (paravídeo), hélices voladoras o cualquier otro objeto que
se pueda imaginar. (SABER MÁS…)
Mensajero de cometa de vela cuadrada
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
6. Parafauna:
El término "Parafauna" se refiere al
lanzamiento en paracaídas de mascotas de peluche (generalmente ositos) desde
cometas. (SABER MÁS…)
Oso piloto con paracaídas ascendiendo con una cometa
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Este es el montaje que utilicé para grabar con una cámara GoPro el salto de un oso piloto:
Montaje para la grabación de parafauna:
1: cometa flowform; 2: suspensión Picavet con cámara GoPro; 3: oso piloto; 4: mensajero de doble vela
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Caída de un oso piloto en paracaídas desde una cometa (Parafauna)
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
7. Paravídeo:
El término "Paravídeo" se refiere al
lanzamiento en paracaídas de una cámara de vídeo desde una cometa para grabar
la caída. (SABER MÁS…)
Montaje de paravídeo:
1: cometa flowform; 2: tope para el mensajero; 3: mensajero; 4: paracaídas; 5: minicámara de vídeo
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Paravídeo
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
8. Lanzamiento de un avión planeador desde una cometa:
Esta es una antigua aplicación de las cometas que servía de
juego para algunos jóvenes y de ayuda para determinados aeromodelistas. Aunque
se puede liberar el avión planeador mediante un mensajero, para esta
experiencia preferí utilizar un pequeño y ligero lanzador universal de uno de
mis drones: (SABER MÁS…)
Lanzamiento de un planeador desde mi cometa Delta Conyne
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Lanzamiento de un avión planeador desde la línea de una cometa
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
9. Cometas con motor a radiocontrol:
Algunas cometas pueden tener montado un motor eléctrico que
proporciona el empuje para elevar la cometa mediante una hélice que se puede
mover en todas las direcciones mediante un mando a radiocontrol para maniobrar
la cometa. Es posible realizar maniobras acrobáticas, vuelos de larga distancia
e incluso combinarlas con cámaras para obtener imágenes aéreas impresionantes. Esta
es mi cometa con forma de águila con un motor controlado por radio: (SABER MÁS…)
Volando mi cometa con forma de águila mediante un motor RC
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
10. Volar una cometa nocturna:
Las cometas nocturnas son cometas tradicionales equipadas
con luces LED que se encienden mediante pequeñas baterías. Al iluminarse ofrecen
un impresionante despliegue luminoso en el cielo oscuro, haciendo que la
experiencia de volarlas sea espectacular.
Construir tu propia cometa nocturna es sencillo: solo
necesitas pegar con cinta adhesiva tiras de luces LED alimentadas por pequeñas
baterías de botón en cualquier tipo de cometa que tengas. Esta es mi cometa
nocturna que elaboré a partir de una pipa brasileña: (SABER MÁS…)
Vuelo de mi cometa nocturna
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
11. Ascenso de mensajeros de papel:
Una de las diversiones más simples con una cometa consiste
en enviar mensajeros de papel ascendiendo por la línea de la cometa. Basta
coger un trozo de papel redondo o rectangular, hacerle una ranura hasta el
centro y un pequeño agujero donde poder introducir la cuerda de la cometa. (SABER MÁS…)
Mensajero circular de papel ascendiendo hasta mi cometa
(Foto: Ana Romero)
Las cometas no solo son juguetes en el cielo, también permiten realizar múltiples actividades emocionantes y creativas.
He querido rescatar una antigua aplicación de las cometas que servía de juego para algunos jóvenes y de ayuda para determinados aeromodelistas: el lanzamiento de un avión planeador desde una cometa.
Lanzamiento de un planeador desde mi cometa Delta Conyne
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Al final del artículo comentaré algunas referencias
históricas. Ahora describiré el procedimiento que utilicé.
Aunque ya había construido anteriormente un lanzador
de objetos a radiocontrol para cometas, para esta experiencia preferí utilizar
un pequeño y ligero lanzador universal de uno de mis drones:
Lanzador universal para drones a radiocontrol. Izquierda: emisor; derecha: receptor con un servo que mueve un pasador donde se introduce el hilo (abajo) que sujeta el planeador. (Foto: Juan Antonio Muñoz)
El avión era un planeador de poliestireno azul de 43 x 43,5 cm, con dos modos de vuelo según se colocase el estabilizador horizontal de cola:
Avión planeador de poliestireno
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Una vez que la cometa alcanzó cierta altura, sujeté el lanzador con el avión a la línea de vuelo de la cometa mediante un alambre de fijación y un mosquetón:
Sujeción del lanzador con el avión a la línea de vuelo de la cometa
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Dejé subir la cometa a una altitud moderada para que se viese la caída del avión al pulsar el botón de liberación del emisor del lanzador:
Caída del planeador al abrirse el pasador del receptor RC
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
En un nuevo intento a mayor altura, el avión planeo cerca de 40 segundos en vuelos circulares. La secuencia completa se puede ver en el siguiente vídeo 4K. Para poder ver con claridad el avión se necesita visionar el vídeo en una pantalla grande:
Descenso completo del planeador desde la línea de la cometa (VER EN PANTALLA GRANDE)
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
En la revista Popular Mechanics de abril de 1949 ya aparecía publicada esta práctica. En una ilustración se muestra como el viento empuja al avión situado en un ligero portador de madera con guías de alambre, impulsándole hacia arriba por la cuerda. Cuando el aparato portador choca contra un tope atado debajo de la cometa se suelta el planeador. El portador vuelve a bajar por su propio peso:
Planeador ascendiendo en un portador por la línea de una cometa
(Fuente: Popular Mechanics, abril 1949, pág. 116)
A finales del siglo XX nació la idea de remolcar planeadores de aeromodelismo usando una cometa y un mensajero. Este último es una pequeña cometa que sube por la línea de la cometa principal hasta chocar con un tope, para luego volver a bajar por su propio peso con la vela plegada por la acción del viento:
Remolque de un
planeador de aeromodelismo con un mensajero por la línea de una cometa (Fuente: Matthieu Scherrer)
Guglielmo Marconi envió en 1901 el primer mensaje inalámbrico a través del Atlántico,
desde Inglaterra a Canadá. Por esta primera experiencia y posteriores avances
realizados en la comunicación inalámbrica, se considera a Marconi el inventor
de la radio. Una cometa proporcionó soporte a una antena para recibir la
primera señal inalámbrica que cruzó el océano Atlántico.
Marconi estableció una estación de transmisión inalámbrica
en Poldhu (Inglaterra) con
un sistema de antena sostenido por un anillo de veinte mástiles. La otra
estación se erigió en Signal Hill (St. John's, Canadá). En la cima de esta colina había una pequeña
meseta adecuada para volar globos o cometas. En un peñasco de esta meseta se
levantaba la Torre Cabot Memorial y cerca de ella se encontraba un antiguo cuartel militar.
Fue en una habitación de este edificio donde Marconi instaló su aparato receptor como preparación para el gran experimento. En las primeras pruebas para instalar la antena utilizaron globos, pero estos se partieron por la fuerza del viento, así que Marconi decidió usar cometas para la prueba definitiva.
El 12 de diciembre de 1901, a pesar de los fuertes vientos, se utilizó una cometa que sostenía una antena de 150 metros para recibir las señales transmitidas por la estación de alta potencia localizada en Poldhu (Cornualles). A las 12:30 hora local, Marconi escuchó la señal preestablecida, los tres clics de la letra "s" en código Morse.
Pintura que muestra
la antena de Marconi sostenido por una cometa. El cable de conexión va desde la antena a través de la ventana hasta el aparato
receptor y el cable de conexión a tierra desde la ventana. (Fuente: Marconi
in Newfoundland)
Para este proyecto inalámbrico transatlántico, el equipo
contaba con seis cometas del tipo Baden-Powell:
Una de las cometas que se utilizó durante los experimentos transatlánticos de Marconi
(Fuente: Archivos Marconi, Biblioteca Bodleian, Universidad de Oxford)
Al menos dos de las cometas se rompieron durante los cuatro días de vuelo en St. John's. Solo quedan dos cometas del conjunto. Uno consta solo de la vela; la otra está completa con vela, marco y parte de la brida intactos. Esta cometa completa estuvo en exhibición para las celebraciones del centenario en St. Johns NL desde julio de 2001 hasta enero de 2002. Se muestra a continuación:
Cometa completa en
exhibición para las celebraciones del centenario en St. Johns NL (Fuente: Evan Roth)
La vela de la cometa es de tela gruesa de algodón. Mide 183,5 cm de alto por 177 cm de ancho. Todos los bordes exteriores fueron reforzados con cinta de lino y cosidos con hilo de algodón. El marco consta de tres varas de bambú que se extienden más allá de la altura y el ancho de la vela. La brida estaba hecha de fuerte cuerda de cáñamo y estaba unida a la cometa en seis puntos.