Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.
Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.
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En muchos países asiáticos el vuelo de cometas ha sido una actividad recreativa muy popular entre los jóvenes. El cielo azul del otoño solía decorarse con cometas de colores y gritos que avisaban del corte de la cuerda de un oponente en los combates de cometas.
Sin embargo, desde hace unos años se ven cada vez menos cometas en el cielo, incluso en los festivales tradicionales de algunas ciudades. Lo mismo ocurre en muchos países de occidente. ¿Qué está causando la desaparición de la cultura del vuelo de cometas que se ha practicado desde hace años?
Parece claro que tanto los niños como los adultos ya no tienen el tiempo o la paciencia para volar cometas. Con el advenimiento de la tecnología digital, los niños tienen otros intereses, prefieren jugar con sus ordenadores o teléfonos inteligentes en lugar de ir a volar cometas. En otros países han sido las guerras y el fanatismo de los líderes religiosos los culpables del abandono progresivo de esta tradición.
Además, ahora los niños no tienen mucho tiempo libre y el poco que tienen lo dedican a realizar sus deberes y actividades extraescolares hasta bien tarde, lo que les deja prácticamente sin tiempo para jugar al aire libre o practicar actividades recreativas. Junto a estos factores, hay que añadir la falta de espacios abiertos adecuados y los obstáculos para volar cometas, como el gran número de líneas eléctricas, carreteras o edificios altos que impiden el vuelo de cometas.
El vuelo de cometas es una parte de la cultura de los pueblos que debe promoverse y preservarse. La organización de eventos y festivales son muy importantes en este sentido, pero también es fundamental la ayuda de los medios de comunicación para impedir que se olvide la tradición de ir a volar cometas.