Las cometas han tenido múltiples aplicaciones en diversas actividades humanas (ver Aplicaciones de las cometas en este mismo blog). He encontrado en la revista Popular Mechanics, nº 5 de 1926, un pequeño artículo sobre una sorprendente utilidad de las cometas en aquel año.
Los silvicultores de Washington sembraron semillas aladas
del abeto Douglas (Pseudotsuga menziesii) desde una cometa que volaba a
unos 53 metros de altura.
Abetos Douglas en el estado de Washington (Estados Unidos)
(Fuente: CC BY-SA 3.0 us)
Se utilizó una cometa Conyne con un carrete que iba sujeto al guardabarros de un automóvil, donde también se había colocado un anemómetro para medir la velocidad del viento. Las semillas se transportaron en pequeños recipientes dispuestos de forma que el contenido cayera a un ritmo uniforme: