INTRODUCCIÓN

Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.

Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.

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ARTÍCULO ALEATORIO

Las cometas de interior y su uso terapéutico

Las cometas de interior (indoor) están diseñadas para volar en un entorno sin viento. Concebidas principalmente para uso en interiores también se pueden volar al aire libre cuando hay poco viento y sería imposible volar una cometa tradicional.

En Oregon (EEUU) se practica el vuelo de cometas de interior como una excelente forma de ejercicio y de terapia relajante para niños y adultos.


Las cometas indoor se vuelan usando el viento relativo proporcionado por el movimiento del piloto de la cometa, tirando de la vela contra el aire inmóvil en una habitación. Los pilotos crean su propia fuerza de ascensión, caminando lentamente hacia atrás, moviéndose en círculos grandes y en ocasiones tirando de la línea. Se utilizan líneas de vuelo relativamente cortas que exigen bastante destreza. Los buenos pilotos hacen que parezca fácil, pero os puedo asegurar que no lo es.

Al principio de este vídeo se ve al campeón nacional de Estados Unidos, John Barresi, volando una cometa de cuatro líneas de forma artística y elegante.

También se ve a un hombre que vuela estas cometas como terapia para recuperarse de un accidente que le causó graves trastornos de movimiento. Él comenta en el vídeo: “Lo bueno es que estas cometas se mueven tan lentamente que si se tienen problemas de sobrecarga como yo - sobrecarga sensorial - se puede seguir el ritmo de estas cometas. Durante mi propia recuperación he trabajado con otras personas que tenían trastornos de estrés postraumático, problemas de equilibrio, lesiones cerebrales, pérdida de extremidades, accidente cerebrovascular e incluso personas en sillas de ruedas. He visto que la gente vuela cometas con éxito y gana confianza al ver que recuperan sus habilidades motoras. ¡Las cometas son mágicas! "