Cuando participo en un festival de cometas, me llama la atención la cantidad de gente que se dedica a fotografiar las cometas participantes, unos como simples aficionados y otros como profesionales equipados con espectaculares cámaras con grandes objetivos. Fotografiar cometas puede convertirse en un excelente pasatiempo o afición.
Festival de cometas de Dieppe 2018
(Foto: Carlos Muñoz)
Las cometas son coloridas y tienen todo tipo de formas y tamaños. Son un bonito motivo para sacar fotografías. ¿Cómo podemos fotografiar las cometas?
Cometas Malayas
(Foto: Carlos Muñoz)
Lo más fácil y seguro es fotografiar la cometa en las manos de la persona que está a punto de volarla. La imagen nos dará una buena idea del tamaño y aspecto de la cometa:
Niño con su cometa en el Festival del viento de Valencia 2015
(Foto: Juan A. Muñoz)
Pero lo normal es que las cometas estén volando, unas veces casi inmóviles (cometas estáticas) y otras realizando rápidos movimientos en todas direcciones, como ocurre con las cometas deportivas y las dinámicas. En el primer caso se comportan como los globos aerostáticos, mientras que en el segundo parecen gaviotas juguetonas:
Cometa estática Cody
(Foto: Juan A. Muñoz)
Cometa Revo en vuelo
(Foto: Ana Romero)
Para fotografiar cometas que realizan rápidos movimientos y poder capturar la acción con poco o ningún retraso, se necesita una buena cámara réflex digital con varios objetivos, a ser posible en modo manual para controlar la velocidad de obturación.
Fotografiando cometas en el Festival de Dieppe 2018
(Foto: Juan A. Muñoz)
Cuando se fotografían cometas aisladas es conveniente que se vean con detalle, no alejadas en lo alto. Para ello la cometa debe ser fotografiado en vuelo bajo o haciendo zoom con un buen objetivo:
Fotografiando una cometa Delta
(Foto: Ana Romero)
En algunas ocasiones el fotógrafo desea captar la cometa vinculada a su piloto y al suelo, pero en este caso hay que procurar que tanto la persona como la cometa no aparezcan demasiadas pequeñas para ser reconocibles e interesantes:
Volando una cometa en el Festival del viento de Valencia
(Foto: Ana Romero)
Otra opción puede ser destacar a la persona en primer plano con la cometa al fondo en lo alto. Para ello, el fotógrafo debe colocarse detrás de la persona:
Volando una cometa Delta
(Foto: Ana Romero)
Al fotografiar las cometas más grandes hay que procurar darles una idea de su tamaño, proporcionando una referencia clara para deducirlo, como las copas de los árboles u otras cosas cuyas medidas se conocen:
Cometa pulpo de 15 metros
(Foto: Carlos Muñoz)
Un buen punto de vista para fotografiar una cometa volando, sería desde otra cometa a su misma altura o por encima de ella. Esto se puede lograr mediante una cámara colgando de la cometa del fotógrafo:
Practicando KAP en el Festival del viento de Valencia
(Foto: Juan A. Muñoz)
También es muy interesante fotografiar la interacción de las personas con las cometas, captando la alegría y diversión de la gente:
Festival del viento de Valencia
(Foto: Juan A. Muñoz)
No hay que quedarse en un lugar fijo, hay que moverse y fotografiar desde diferentes ángulos la escena que nos interesa. El fotógrafo no debe estorbar los movimientos de los pilotos que vuelan sus cometas y debe tener cuidado para no ser golpeado por una cometa, un piloto o enredarse con las cuerdas de las cometas. El fotógrafo debe moverse, disparar y salir rápidamente de la escena cuando esté fotografiando cerca de las cometas.
Cometas en el Festival del viento de Valencia
(Foto: Juan A. Muñoz)
Un último consejo, al terminar de fotografiar las cometas, deja la cámara y vuela una cometa:
Montando mi cometa en el Festival de Dieppe 2018
(Foto: Ana Romero)