Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.
Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.
En la columna principal del blog podrás leer artículos de divulgación relacionados con las cometas. En la barra lateral derecha puedes acceder a páginas más personales clasificadas por temas y también a diferentes tipos de recursos.
Esta cometa la construimos en 1987, modificando un plano de una cometa celular con alas del libro “Cómo construir 100 cometas” de David Pelham, Ediciones Altea, 1980.
Cometa celular rectangular (Foto: Ana Romero)
Su diseño es una cometa de caja con dos células rectangulares. Mide 140 cm de longitud, 80 cm de ancho y 40 cm de profundidad. Está hecha con tela de algodón blanca para la cubierta, varillas cilíndricas de madera de haya de 8 mm de diámetro, tubos de goma transparente para las uniones de las varillas, bolsillos o refuerzos de nailon y cintas de tela para las uniones de armazón a la cubierta y de las intersecciones de los travesaños.
Estructura de la cometa celular rectangular
(Foto: Ana Romero)
Esta cometa necesita vientos fuertes para volar y es entonces cuando comienza a tirar con gran fuerza por su un alto poder de elevación. Es la única cometa de mi colección que en una ocasión me rompió la línea de vuelo.
Sus dimensiones se indican en el siguiente plano en centímetros, indicando con líneas moradas continuas y discontinuas (por detrás de la vela) las varillas del armazón, en colores grises la vela y con círculos rojos los puntos donde se sujetan los cuatro cabos de la brida. Estos van sujetos con abrazaderas metálicas a los largueros longitudinales en los puntos indicados:
Plano de la cometa celular rectangular
(Dibujo: Juan Antonio Muñoz)
Dimensiones en centímetros:
BF
AB, HG
CD, FG
BC, EF
CE
FH
140
80
40
48
44
89,5
Los travesaños diagonales están sujetos a los largueros longitudinales mediante codos de tubo de goma transparente:
Unión de las varillas con tubo de goma
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Los travesaños diagonales se unen en su intersección con cuerdas. Para mantener estiradas las celdas rectangulares, los extremos de estas se mantienen unidas mediante cordeles regulables en tensión:
Detalle de la unión de los travesaños diagonales y tensores de las celdas rectangulares
(Foto: Ana Romero)
El punto de amarre es ajustable mediante un lazo con un nudo Prusik, que permite ajustar la longitud de los dos cabos de la brida para conseguir el ángulo apropiado de la cometa para el vuelo según la fuerza del viento. La cometa es muy estable en vuelo y no necesita cola:
Cometa celular rectangular en vuelo (Foto: Ana Romero)
Vuelo de la cometa celular al paso de un helicóptero
Como curiosidad, comentar que esta cometa la utilicé como
pancarta volante en una manifestación con un lema escrito con letras adhesivas
en una de las celdas. El círculo negro en la celda inferior fue un intento de
representar un pictograma que quedó sin acabar.
Un poco de historia sobre esta cometa:
La cometa de caja o celular fue inventada por el australiano
Lawrence Hargrave
en 1893. Se caracteriza por su gran capacidad de sustentación y estabilidad.
Por esta razón, fue el modelo en el que se basaron los diseños de la mayoría de
las cometas que se utilizaron en observaciones meteorológicas, en sistemas para
elevar a personas y en el desarrollo de los primitivos aviones, a finales del
siglo XIX y principios del XX.
Lawrence Hargrave y Swain
probando la elevación de personas con cometas celulares rectangulares (1894) Imagen de dominio público.