Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.
Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.
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Jean Daniel Colladon y sus experiencias con las cometas
Jean Daniel Colladon (Ginebra, 1802-1893) fue un importante físico, ingeniero y profesor suizo. Entre sus logros como científico hay que destacar el Gran Premio de la Academia de ciencias en París por su investigación de la velocidad del sonido en el agua, fue profesor de mecánica en la Academia de Ginebra, organizó el alumbrado de gas en Ginebra y utilizó aire comprimido para cavar túneles. Fue el primero en experimentar con la reflexión total de la luz dentro del agua, fenómeno que acabaría dando paso a la fibra óptica.
Jean Daniel Colladon
(Fuente: “Souvenirs et Mémoires”, autobiografía de J.-D Colladon, Ginebra 1893)
También utilizó las cometas con fines científicos y recreativos, y describió sus experiencias en el número 757 de la revista "La Nature" de 1887, a las que me referiré en este artículo.
Así, por ejemplo, en el otoño de 1826, Colladón quiso estudiar la electricidad atmosférica. Para ello, realizó experimentos desde una casa de un familiar que vivía en Cologny. Conectó su galvanómetro a las cuerdas de varias cometas que volaron a gran altura. Observó que las fuertes lluvias, acompañadas o no de rayos, producían corrientes de electricidad, desde la atmósfera hasta una bola metálica situada en el suelo.
En este vídeo se puede leer y escuchar varios extractos de esta experiencia contada por Colladon en la revista La Nature:
Recreación de la
experiencia de Colladon midiendo la electricidad del aire usando cometas (Fuente: La Nature, nº 757, 1887) (Vídeo: Juan Antonio Muñoz con herramientas IA) (Voz por Fonos de Monoceros Labs)
En 1844, Colladon observó como su vecino y cuñado, el señor Périer-Ador, inventó un sistema sencillo y eficaz (mensajero) para lanzar cestas de flores o frutas desde una cometa. Este ingenioso mecanismo utilizaba el viento para elevar una cesta, liberarla en el aire y luego permitir que el mensajero descendiera suavemente al suelo. En este vídeo se puede leer y escuchar la descripción que Colladon hace de este aparato:
Esta experiencia le sugirió a Colladon una más atrevida: se propuso hacer subir por la cuerda de una cometa a un hombre de tamaño natural con la ayuda de un maniquí llevado sobre una silla y levantado por un paraguas, que tendría la apariencia de resguardarse del sol. Así lo cuenta Colladon:
Colladon finaliza su relato con este comentario: “Una diligencia que pasaba se detuvo incluso algunos momentos y buen número de los curiosos tomaron el maniquí por un hombre verdadero”.
Personas en una diligencia observan el experimento del maniquí y la cometa, realizado por Colladon en Cologny (1844)
(Fuente: La Nature, nº 757, 1887)
En otra ocasión, Colladon y su cuñado decidieron cruzar el lago Lemán utilizando una cometa. Para ello, fabricaron un dispositivo de tamaño mediano cuya cuerda está conectada a un flotador de madera que se arrastra sobre las aguas del lago mediante una cometa. Así lo cuenta Colladon:
Flotador de madera
arrastrado por una cometa (Fuente: La Nature, nº 757, 1887) (Vídeo: Juan Antonio Muñoz) (Voz por Fonos de Monoceros Labs)
La tabla flotante
con cometa se dirigió desde Cologny en dirección a Versoix o Coppet (Fuente: Google Maps)
A raíz de esta experiencia, Colladon propuso en 1850 una
máquina de vela cuya finalidad es navegar sobre el agua a muy alta velocidad
utilizando una vela libre diseñada según el principio de la cometa. La llamó “dinamóptero”
(Dynamoptère).
Aunque este aparato no se llevó a la práctica, a mi me recuerda al kitesurf.
Actualmente, Jean-Daniel Colladon tiene un busto erigido frente
a la Biblioteca Pública de la Universidad de Ginebra: