Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.
Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.
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Estos son algunos consejos básicos para quienes desean iniciarse en la práctica del vuelo de cometas:
1. Materiales de construcción: si haces tu propia cometa, procura que sea ligera. Para cometas pequeñas os aconsejo papel, puede ser cualquiera, cuanto más liviano y resistente mejor. Una bolsa de plástico es una buena opción para las cometas hechas a mano, pero no es una solución ecológica. Para cometas más grandes puedes utilizar una tela ligera, nailon o ripstop, aunque en este caso tendrás que coser. El armazón de la cometa debe ser el adecuado para el tipo de cometa, tanto en peso como en resistencia. Así, para cometas de papel pequeñas, prueba con varillas de bambú, plástico o madera. Para cometas de tela o nailon más grandes, utiliza varillas de fibra de vidrio o fibra de carbono.
Joven construyendo una cometa
(Imagen: Juan Antonio Muñoz)
2. Cometas compradas: si compras una cometa, no hace falta que sea cara. Normalmente las cometas baratas hechas con materiales ligeros de nailon con estructura de fibra de vidrio o plástico suelen volar bastante bien. Si no tienes claro con qué tipo de cometa quieres iniciarte, prueba con una cometa delta. Siempre vuelan bien. Es fácil caer en la tentación de comenzar con cometas exóticas, muy grandes o complejas que a menudo son muy caras y requieren mayor experiencia para mantenerlas en el aire.
Volando una cometa delta
(Foto: Ana Romero)
3. Línea y carrete: elige la cuerda adecuada para tu cometa, tanto en peso como en resistencia. Una línea trenzada de algodón, nailon o dacrón sintético funcionan bastante bien. No utilices nunca hilos de pesca. Es necesario un carrete, bobina o devanadera para enrollar la línea y facilitar su salida y recogida. Los carretes tipo aro o yoyo son muy aconsejables. Procura protegerte las manos con guantes.
Utilizando guantes y carrete de aro para volar una cometa
(Foto: Ana Romero)
4. Conoce el viento: debes saber hacia dónde sopla el viento. Siempre tienes que colocarte de espaldas al viento para que la cometa se eleve. Para conocer la dirección del viento, tira unas hierbas al aire, utiliza una cinta ligera que ondee al viento, observa las hojas de los árboles o la hierba que se balancea, mire las banderas, pancartas u otras cometas cercanas. Si puedes, consulta los pronósticos del tiempo, también te ayudarán.
Cinta indicadora de la dirección del viento
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
5. Cómo lanzar la cometa: no hay que correr para volar una cometa, sólo los niños lo hacen, basta con soltar la cometa contra el viento. Normalmente las personas que corren con una cometa para volarla, suelen desconocer la dirección del viento. Además, pueden tropezarse o chocar con un obstáculo u otra persona. También es probable que la cometa se caiga cuando deje de correr a menos que se eleve lo suficiente como para encontrar un viento más fuerte.
¿Cómo hay que lanzar la cometa? Depende de la fuerza del viento.
Cuando el viento es flojo, os recomiendo soltar bastantes metros de línea (alrededor de 25 metros o más) y que otra persona sostenga la cometa en el otro extremo frente al viento. En el momento adecuado indica a tu ayudante que suelte la cometa para que se levante naturalmente de sus manos, sin lanzarla contra el viento:
Lanzando una cometa con ayuda de otra persona
(Imagen: Juan Antonio Muñoz)
Con viento moderado o fuerte, basta simplemente con levantar la cometa para que quede de frente y atrape toda la fuerza del viento. Suelta la cometa y libera línea hasta que la cometa alcance una altitud estable. Normalmente el viento es más fuerte a partir de los 4 a 6 metros sobre el suelo.
Soltando una cometa Switch con viento moderado
(Foto: Ana Romero)
6. Control de la línea: hay que controlar la tensión de la línea en todo momento. A medida que la cometa se eleva, libera línea para ganar altura y recoge línea si ésta se afloja. Para ganar altitud hay que soltar y tirar de la línea alternativamente, soltando cada vez más línea de la que se tira:
Volando una cometa india de combate
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
7. Anclaje de la línea: clava alguna estaca en el suelo donde puedes atar la línea si necesitas descansar, así la cometa seguirá en el aire:
Estaca para sujetar o anclar la línea de la cometa al suelo
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
8. Mantenimiento: si vas a volar cometas de forma continuada es recomendable tener preparado un equipo de reparación para la cometa, con cinta adhesiva, tijeras, varillas extra, cuerda extra, colas extra y parches de papel o de nailon.
Diferentes tipos de colas extras
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
9. Seguridad: no te arriesgues. Nunca vueles una cometa en tiempo de tormenta o cerca de líneas eléctricas, coches y árboles. Mantén una distancia segura de los demás y protégete de las quemaduras solares con un sombrero, gafas de sol y protector solar.
Protecciones al volar cometas con sombrero, gafas de sol y guantes
(Foto: Ana Romero)
10. Lo más importante: ten en cuenta que puede haber algo de frustración al principio. Volar cometas requiere ensayo y error, con continuos ajustes según cambie el viento. Ten paciencia si no lo logras a la primera. Lo esencial es no rendirse y pasarlo bien.
La cometa “Oni de Iki” o “cometa demoniaca de Iki” es una
cometa tradicional japonesa originaria de la isla Iki en la Prefectura de Nagasaki. Su diseño representa una leyenda que narra la lucha entre un
demonio (Oni) y un héroe legendario del folclore japonés. Más adelante
contaré con mayor detalle esta leyenda.
La cometa Oni de Iki que he construido mide 85 cm de largo y
58 cm en su parte más ancha. Está confeccionada con varillas de bambú y papel
japonés Tosa-shi. Decoré la cometa a mano con pinturas acrílicas personalizando
uno de los dibujos clásicos de este tipo de cometas:
Cometa Oni de Iki (vista anterior) (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Cometa Oni de Iki (vista posterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
El diseño de esta cometa tradicional de la isla de Iki
representa el momento en que Yuriwaka Daijin, un héroe con rasgos de samurái,
decapita al Rey de los demonios que habitaban la isla de Iki. Según la
tradición, tras ser vencido, la cabeza del demonio voló por el cielo y, en un
último intento por atacar, mordió con furia el casco de Yuriwaka antes de caer
sin vida. La imagen de la cabeza del demonio (oni) incrustada en el
yelmo del guerrero simboliza la victoria del bien sobre el mal. Los flecos rojos
y blancos simbolizan lágrimas.
Las medidas de las distintas secciones de la cometa que he
construido se indican en centímetros en el siguiente plano a escala. Los
puntos de anclaje de los cabos de la brida están marcados con círculos rojos:
Plano a escala de la cometa Oni de Iki
AB: 85,5 cm; CD: 58 cm; BE: 10 cm
(Dibujo: Juan Antonio Muñoz)
El armazón está formado por diferentes tipos de varillas de bambú, cuyas secciones oscilan entre 2 y 6 mm de ancho. Para curvar algunas de las varillas de esta cometa y darles su forma característica, utilicé una pistola de aire caliente. Até todas las varillas de bambú con hilo torzal de poliéster y reforcé todas las uniones con cola blanca:
Armazón de la cometa Oni de Iki (vista posterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
En la parte inferior de los círculos de bambú más pequeños sujeté unos pequeños ojales metálicos donde posteriormente ataría los flecos de la cometa:
Ojal metálico para sujetar los flecos
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
La cubierta de esta cometa es de papel japonés Tosa-shi con un gramaje de unos 52 g/m2.
Dibujé en este papel los trazos principales del dibujo y lo coloreé con
pinturas acrílicas, reproduciendo el diseño original de esta cometa:
Decoración de la cubierta de la cometa Oni de Iki
(Fotos: Juan Antonio Muñoz)
A continuación, recorté el papel Tosa-shi al tamaño apropiado y lo pegué al marco de bambú con cola blanca:
Papel de la cometa Oni de Iki pegado al armazón (vista posterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Después de dar los últimos retoques a la pintura de la cubierta, la cometa quedó así:
Papel de la cometa Oni de Iki pegado al armazón (vista anterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Para finalizar, sujeté en los ojales de los círculos de bambú unos flecos blancos y rojos, que son característicos en esta cometa. En el extremo inferior del larguero central até un cordel para formar el nudo de amarre donde sujetar una cola. Até los cinco cabos de la brida en los puntos indicados en el plano, comprobando que la cometa quedase bien equilibrada y con un cierto ángulo de ataque.
Mostrando la cometa Oni de Iki
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
A partir de la relación entre la superficie y el peso de esta cometa, pude calcular con mi hoja de cálculo la carga de vela o densidad, lo que me permitió determinar que esta cometa necesitaría un viento de unos 15 km/h para volarla. Solo me quedaba esperar el momento y lugar adecuados.
Actualmente, las cometas Oni se exhiben en los hogares de la isla Iki como amuletos para garantizar la seguridad familiar y la salud. En 1993 fue designada como artesanía tradicional por el gobernador de la prefectura. En el pasado, había varios artesanos de cometas Oni en la isla de Iki, pero ahora solo quedan una joven artesana y su abuela.