Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.
Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.
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Las cometas tradicionales de Colombia suelen ser hexagonales con un arco resistente y una varita en el centro, pero también las hay octogonales y de doce lados.
Se fabricaban con papeles de colores pegados con almidón sobre venas de hoja de coco unidas con hilo, aunque en las más grandes se utilizaban largueros de caña bien seca. En su “arco” se colocaba un papel zumbador llamado “runrún” y en los bordes de la cometa se pegaban adornos de papel llamados “perendengues”:
Cometa colombiana
(Gráfico: Juan Antonio Muñoz)
En el pasado los niños jugaban a luchas de cometas. Algunos
colocaban un par de cuchillas de afeitar en la cola de su cometa para cortar el
hilo de la cometa de su oponente. Hoy, por supuesto, no está permitido colocar
cuchillas en las colas de las cometas.
Pero como ocurre en casi todo el mundo, actualmente los
jóvenes no tienen la paciencia suficiente para hacer una cometa que compita con
las cometas comerciales construidas con nailon o plástico.
Vuelo de cometas en los alrededores del Cuartel de las Bóvedas en Cartagena de Indias (Vídeo: Ángel García Castillejo, 2025)
En Villa de Leyva se celebra uno de los festivales de cometas más tradicionales e importantes del mundo, el Festival del viento y las cometas de Villa de Leyva. Este festival se celebra en la Plaza Mayor de esta ciudad a mediados de agosto desde 1975. En esta plaza, la más grande de Colombia, se reúnen concursantes de cometas que se dividen en diferentes categorías y compiten en ingenio, creatividad y destreza para alcanzar los mejores premios. Participan cometas de tipo artesanal, trenes acrobáticos, gigantes, vuelo sincronizado y nocturna de luces, entre otras.
Festival del viento y las cometas de Villa de Leyva 2025
Desde una cometa se pueden lanzar una gran variedad de objetos, la mayoría en paracaídas, como mascotas de peluche, caramelos, cámaras de vídeo grabando la caída, pequeños aviones planeadores, hélices voladoras y hasta fuegos artificiales.
Sin duda, la práctica más importante es el lanzamiento de osos de peluche (Teddy Bears) o cualquier otro animal en paracaídas, modalidad que se denomina “parafauna”. Esta es una antigua tradición con numerosos seguidores en EEUU y Reino Unido.
Los osos de peluche son levantados por una cometa y soltados mediante un mecanismo de liberación.
El lanzamiento de dulces también es frecuente en muchos festivales y fiestas para diversión de los niños. Una de las formas de hacerlo consiste en llenar una pequeña bolsa con dulces que se une a la línea de la cometa. Se ata una cuerda alrededor de la parte inferior de la bolsa para cerrarla. Con un simple tirón de esta cuerda se abre la bolsa, soltando en cascada todos los dulces y provocando una estampida de los niños para recoger los caramelos.
Otra modalidad muy impredecible es el lanzamiento en paracaídas de una cámara de vídeo desde una cometa para grabar la caída (paravídeo). En mi caso utilizo un mensajero para liberar la cámara:
(Liberación del paracaídas con la cámara de vídeo)
Imágenes grabadas por la cámara de vídeo durante su caída.
Más espectaculares son las cometas que lanzan fuegos artificiales durante su vuelo. Las que vemos en este vídeo son cometas delta iluminadas con leds y controladas mediante radiocontrol:
Por último, en la página "High Altitude Glider Project" podéis ver el proyecto de lanzamiento de un planeador desde una cometa:
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Armada de los EEUU utilizó unas grandes cometas especiales como blancos aéreos maniobrables para el entrenamiento de la artillería desde tierra o barco.
El diseñador de estas cometas fue Paul Garber que modificó una cometa Eddy para controlarla con un carrete doble de
dos líneas sujeto con un arnés a la cintura, una barra de control y un freno.
Patente
de P. E. Garber de la cometa blanco
Estas
cometas podían hacer bucles, descender, subir y hacer figuras en forma de ocho.
Difieren de las cometas ordinarias en que tienen un timón que se controla tirando
de cualquiera de las dos líneas de vuelo:
Para mejorar la simulación de un avión enemigo se pintó la vela de
la cometa con la silueta de aviones alemanes y de aviones japoneses Zero. Cuando estas cometas se veían a una distancia de 180
metros se parecían a un verdadero avión enemigo que estuviera a unos 400 metros
y moviéndose a una velocidad muy parecida.
Se fabricaron en total más de 350.000 cometas blanco de este
tipo para la Marina.
En Irlanda se está animando a los jóvenes a construir y volar cometas para aprender algunos conceptos sobre Ingeniería en Tecnología de la Ciencia y Matemáticas (STEM). Durante la Semana de la Ciencia y el Festival de Ciencia y Tecnología de Galway se organizan talleres “Go Fly A Kite” que llegan a más de 1.800 niños con el fin de fomentar la creatividad y las habilidades artísticas mientras construyen y vuelan sus propias cometas. En cada taller de cometas los jóvenes aprenden sobre la historia de las cometas, cómo vuela una cometa, la física de las cometas, las fuerzas de la naturaleza y el diseño y la construcción de una cometa. La mayoría de los niños y niñas que participan en esta actividad no han volado nunca una cometa, pero sus padres sí recuerdan haber volado cometas y en muchos talleres las mamás y los papás colaboran en una actividad familiar. Para saber más: Go Fly Your Kite.
He construido esta cometa para rescatar del olvido un modelo que fue muy popular en Francia y otros países europeos entre los siglos XVII al XIX y que ahora está totalmente en desuso. La he decorado con la cabeza de un arlequín y los símbolos del sol y la luna en ambos extremos. Dos borlas de flecos cuelgan por los lados a juego con los colores rojo y negro predominantes en el diseño:
Cometa francesa
rematada en forma de pera con arlequín
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Originalmente, estas cometas rematadas en forma de pera estaban hechas de papel o seda y se decoraban con una gran variedad de motivos pintados a mano o impresos, en ocasiones con un fino humor:
Para la construcción de esta cometa en forma de pera he utilizado varillas de bambú y papel japonés washi. La cometa mide aproximadamente 83 x 57 cm. La estructura y dimensiones de la cometa se indican en el siguiente plano, mostrando en color morado las varillas de bambú y en rojo el cordón textil que forma parte del perímetro de la cometa:
Plano de la cometa francesa rematada en forma de pera
Todo el contorno que se muestra con una línea roja en el plano está formado por un fino cordón de algodón atado a las varillas de bambú.
La brida va sujeta en los puntos E y B señalados con un círculo rojo en el plano. Mide aproximadamente 35 x 74 cm y es ajustable mediante un lazo con un nudo prussik.
Cometa francesa rematada en forma de pera con arlequín (reverso) (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Las varillas de bambú están unidas con hilo torzal de poliéster muy resistente. Las uniones están reforzadas con cola blanca.
En los extremos de la varilla horizontal CD he colocado sendas borlas de hilos negros y rojos como adorno. También se puede sujetar en esta varilla un tensor con hilo de poliéster utilizando un nudo tensor (tautline hitch) para curvar la cometa y darle más estabilidad.
El larguero central AB tiene atado en su extremo inferior un nudo de amarre para sujetar la cola de la cometa.
La cubierta de la cometa es de papel japonés “Tosa-washi” con un gramaje de 52 g/m2. Está pegada al perímetro del armazón con cola blanca y decorada con pinturas acrílicas y distintos abalorios adheridos en la cara del arlequín.
Cometa francesa rematada en forma de pera con arlequín
(Foto: Ana Romero)
Volando mi cometa francesa rematada en forma de pera con arlequín
(Foto: Ana Romero)
Todavía se conserva una cometa original de este tipo del siglo XVIII, con una inscripción en su reverso que pone: "RB y TB 1773". Se considera que es la cometa conocida más antigua del mundo:
Vídeo “The World's Oldest Kite”
Mide 93 cm de largo y 63 cm de ancho. La cubierta es de
papel y las varillas redondas de avellano. La cola es del tipo tradicional de
pajarita. Todavía está en condiciones de volar. Tanto la cubierta como el arco
fueron reparados, lo que sugiere que la cometa fue volada, dañada, reparada y
volada de nuevo.
Fue encontrada en 1985 por un carpintero cuando levantó el
piso del ático durante la renovación de un edificio en Leiden (Países Bajos).
La cometa fue vendida con otros enseres de la casa sin que se conociera su
importancia.
Afortunadamente, años más tarde, el conocido constructor de
cometas Peter Lynn la redescubrió a finales de los años 80 en una antigua tienda
de cometas de La Haya (Holanda). En el año 2007 pudo comprarla y la trasladó a
la Fundación Drachen en Seattle (EEUU) donde se investigaron sus materiales,
confirmándose que fue construida en 1773.