Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.
Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.
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Volar cometas es una tradición muy antigua y querida en Corea del Sur. Hoy en día, la mayoría de los coreanos vuelan cometas para celebrar el Año Nuevo Lunar. Las familias se reúnen para volar cometas desde el día de Año Nuevo hasta la luna llena. En este día es tradicional soltar la cometa cortando su cuerda para alejar la mala suerte en el nuevo año.
Pasemos el día de Año Nuevo con 'Yeon'
Existen más de cien cometas coreanas tradicionales que se
construyen con finas varillas de bambú y papel de morera. La mayoría de las
cometas están decoradas con colores brillantes, generalmente rojo, azul,
amarillo, blanco y negro.
Las cometas tradicionales más comunes se llaman "Bangpae yeon" o “cometas escudo"
(yeon significa cometa y bangpae, escudo, porque su forma rectangular curvada
es similar a la de un escudo). Son cometas de combate rectangulares cuya vela
está hecha con papel coreano de morera denominado “Hanji”. La cometa
escudo es única y no se encuentra en otros países. Su principal característica
es que presenta un agujero central para reducir la resistencia al viento,
permitiendo que en manos experimentadas se pueda mover hacia arriba, abajo, a
la izquierda y a la derecha. El marco está formado por cinco varillas de bambú:
Cometa Bangpae (vista anterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Cometa Bangpae (vista posterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
El vuelo de cometas en Corea fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Seúl No. 4 en 1992.
Las cometas Bangpae no tienen cola y la gente las usa principalmente para combates en el cielo. En estas luchas los voladores intentan cortar la cuerda del contrincante usando la fricción de la línea de la cometa, que en algunos casos está recubierta con pegamento mezclado con polvo de vidrio:
Lucha de cometas coreanas
Otra cometa tradicional de Corea del Sur es la cometa raya o mantarraya, llamada así por su parecido con las rayas. Esta cometa tiene forma de rombo y una larga cola que la mantiene centrada para que no gire. Es fácil de volar y sencilla de hacer.
Las cometas nocturnas son cometas tradicionales equipadas con luces LED que se encienden mediante pequeñas baterías. Al iluminarse ofrecen un impresionante despliegue luminoso en el cielo oscuro, haciendo que la experiencia de volarlas sea espectacular.
Elaboré una cometa nocturna a partir de una cometa o pipa brasileña hecha con nailon blanco traslúcido, a la que añadí tiras de diodos LED tanto en la vela como en la cola, quedando de esta manera:
Cometa nocturna a partir de una pipa brasileña
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Utilicé dos tiras de alambre de cobre con luces LED muy ligeras, alimentadas con pilas pequeñas de botón que estaban alojadas en unas pequeñas carcasas de plástico:
Tiras de luces LED para la cometa nocturna
C: carcasas con las pilas de botón
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Pegué una tira de luces LED con baterías de botón LR44 en la parte posterior de la vela mediante cinta adhesiva, formando una espiral. La otra tira de luces LED con baterías de botón CR2032 la pegué también con cinta adhesiva en el reverso de la cola:
Tiras de luces LED pegadas en la parte posterior de la vela y de la cola
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Las luces LED de la vela eran azules y las de la cola, blancas:
Iluminación de la cometa nocturna (vista anterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Así lucía la cometa por la noche:
Iluminación de la pipa brasileña por la noche
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Solo quedaba volar la cometa en una noche que fue poco ventosa:
El 5 de mayo de cada año se celebra el Día de los Niños en Japón.
La tradición establece que las familias de los niños cuelguen una especie de
cometas con forma de carpa llamadas “koinobori” o “carpas voladoras”
en el exterior de sus casas durante estos días. En esta época del año también
se celebran en todo Japón festivales en los que se vuelan grandes cometas. Estos
son los tres principales festivales de cometas de Japón:
Festival de Cometas Gigantes de Kasukabe: se vuelan cometas
grandes que miden 15 m de largo, 11 m de ancho y pesan 800 kg. Están hechas de
papel washi y bambú por miembros de la Sociedad de Preservación de la Cultura
de Cometas Grandes Showa de la ciudad de Kasukabe. Su construcción les lleva unos
tres meses. En 2023, el festival se llevará a cabo el 3 y el 5 de mayo a orillas del río Edogawa.
Festival de Cometas Gigantes de Kasukabe 2019
Festival de la Cometa Gigante de Sagami: se celebra en
la ciudad de Sagamihara los días 4 y 5 de mayo de cada año en el cauce del río Sagami. Actualmente,
la cometa gigante tiene 14,5 m2 y pesa alrededor de 950 kg, siendo
la cometa más grande de Japón que se vuela cada año. Es construida por miembros
de la Sociedad de Preservación de la Cultura de las Cometas Grandes de Sagami. En
2023, la gran cometa llevará escrita la palabra "Katsukaze".
Festival de cometas gigantes de Sagami (2019)
Festival de la cometa gigante de Higashi-Omi: se
celebra el último domingo de mayo de cada año. La cometa mide 13 metros de
largo, 12 metros de ancho y pesa alrededor de 700 kg. Para elevarla se
necesitan alrededor de 100 tiradores. Para su construcción se utiliza una
técnica que permite quitar las nervaduras verticales de la cometa y enrollarla
desde la parte inferior para su almacenamiento y transporte. Además, se recortan
letras y patrones para ofrecer una menor resistencia al viento. Se dibuja una
imagen de un pájaro o un pez en la parte superior de la cometa y letras
bermellón en la parte inferior. El vuelo de cometas gigantes de Higashiomi
tiene una historia de 300 años y está designado como Propiedad Cultural Popular
Intangible Nacional. El festival se celebra en el Parque Fureaiundo de la ciudad
de Higashiomi.