Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.
Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.
En la columna principal del blog podrás leer artículos de divulgación relacionados con las cometas. En la barra lateral derecha puedes acceder a páginas más personales clasificadas por temas y también a diferentes tipos de recursos.
En este artículo explicaré cómo construí un sistema de suspensión Picavet para todos aquellos aficionados que estén interesados en practicar la fotografía aérea desde una cometa (Kite Aerial Photography, KAP).
Mi Picavet transportando una cámara GoPro
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
El Picavet es un sistema de suspensión que permite mantener en posición horizontal una cámara fotográfica o de vídeo suspendida de una cometa, independientemente del ángulo que forme la línea de vuelo con el plano horizontal. En esta secuencia fotográfica se muestra el principio de la nivelación del Picavet:
Funcionamiento de la suspensión Picavet
La cámara se mantiene horizontal (línea amarilla) aunque la línea de vuelo (línea roja) cambie su inclinación.
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
El Picavet que construí tiene una estructura estándar en forma de cruz (+), donde un brazo del soporte se orienta paralelo a la línea de sujeción de la cometa y el otro en ángulo recto. Esta variación es la más conocida y utilizada:
Mi Picavet con una cámara GoPro
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Los materiales que utilicé fueron los siguientes:
Materiales para la construcción del Picavet (No a escala)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
1. Abrazadera de PVC para canalón (2x).
2. Escuadras metálicas galvanizadas y ajustables de 7,5 x 5 cm.
3. Tornillos de rosca y tuercas.
4. Tornillo de rosca con mariposa y arandela.
5. Tornillo para sujeción de cámaras fotográficas.
6. Anilla metálica de 2 cm de diámetro.
7. Poleas de acero cincado, diámetro 12 mm, ranura 4 mm (4x).
8. Polea doble de pitón, diámetro de 20 mm con un canal redondo de 4 mm de ancho (2x).
9. Hembrillas cerrada con tuerca rosca (de 4 a 6) (opcionales en lugar de las poleas).
10. Mosquetones (2x).
11. Emerillones giratorios de pesca (2x).
12. Anilla de llavero (2x).
13. Prisioneros o cierres para cordón (2x).
14. Cuerda trenzada de 2 mm, color azul.
Construcción de la cruz: Para formar la cruz utilicé dos piezas rectangulares de PVC, de 14 cm de largo por 1,5 cm de ancho, procedentes de unas abrazaderas para canalones. Estas piezas ya contaban con los orificios necesarios para fijar las poleas. Las uní en forma de cruz usando pegamento para PVC y reforcé la unión atornillando, por ambos lados, dos fragmentos en ángulo que recorté de la propia abrazadera. Finalmente, en los extremos de la cruz atornillé las cuatro poleas de 12 mm:
Cruz del Picavet con las poleas en sus extremos
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Los materiales para la cruz pueden ser muy variados, lo importante es que sean ligeros y resistentes (aluminio, madera contrachapada, etc). En general, las dimensiones de las piezas del Picavet pueden variar entre 8 a 30 cm.
Los puntos de suspensión para la línea del Picavet pueden ser hembrillas atornilladas, pero el uso de poleas reduce considerablemente la fricción de la línea.
Soporte para la cámara: El soporte está formado por dos escuadras metálicas ajustables unidas entre sí, dejando entre ambas un espacio de aproximadamente 10 cm, que se puede ajustar en altura y profundidad, para alojar la cámara. Se fija a la cruz del Picavet mediante un tornillo con mariposa, lo que facilita el montaje y desmontaje. Para apretar el tornillo con mayor comodidad, pegué una llave de ajuste en la cabeza del mismo:
Soporte para la cámara unido a la cruz del Picavet
En la parte inferior, un tornillo sirve para sujetar la cámara al soporte.
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Enhebrado del Picavet: la cuerda del Picavet forma un bucle continuo (cuerda sin fin) que se enhebra a través de las poleas de la cruz siguiendo un orden determinado. La cuerda se conecta a la línea de la cometa en dos puntos de fijación, que en este caso son dos poleas dobles.
La secuencia de enhebrado es la siguiente: A→1→R→B→2→R→A→3→B→4→A
Esquema del enhebrado del Picavet
A y B representan los puntos de fijación a la línea de la cometa, R es el anillo central y los números representan poleas o hembrillas.
Orden de enhebrado: A→1→R→B→2→R→A→3→B→4→A
(Dibujo: Juan Antonio Muñoz)
El anillo central sirve para impedir que la cruz gire sobre su propio eje.
La cuerda termina en la misma polea de la que partió. Uní ambos extremos de la cuerda con un nudo.
La cuerda de mi Picavet mide 9,20 m, aproximadamente. Cada lado mide 4,60 m. Cuando la distancia entre los puntos de retención es de 1,25 m, la altura del Picavet hasta la línea de vuelo es de 1 m, aproximadamente:
Vista completa de mi Picavet
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Utilicé poleas dobles en los puntos de fijación (A y B en el plano), aunque en realidad no son necesarias y pueden sustituirse por simples anillas. Esto se debe a que la cuerda del sistema Picavet no se desplaza por estas poleas cuando varía el ángulo de la cometa y el soporte se nivela. De hecho, es recomendable que la cuerda permanezca fija en los puntos de fijación una vez que el Picavet ha alcanzado su nivelación inicial, como mostraré más adelante.
No obstante, opté por las poleas dobles por dos motivos: facilitan el montaje del sistema y, al conectar el Picavet a la línea de la cometa, puede ser necesario nivelar manualmente la cruz. Este es el único momento en el que la cuerda se puede deslizar a través de las poleas de los puntos de fijación.
Fijación del Picavet a la línea de la cometa: El saliente de cada polea doble está unido a un conjunto de anilla, emerillón giratorio y mosquetón, tal como se aprecia en esta foto:
Detalle de la fijación del Picavet a la línea de vuelo de la cometa
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Para facilitar la sujeción del mosquetón a la línea de vuelo, eliminé el cierre o gatillo del mismo, quedando el mosquetón abierto. La línea de vuelo se sujeta sobre el cuerpo del mosquetón mediante una o dos vueltas:
Detalle de los puntos de fijación del Picavet a la línea de vuelo de la cometa
(Fotos: Juan Antonio Muñoz)
Una vez que el Picavet ha quedado nivelado en la línea de la cometa al colocarlo para el vuelo, se puede bloquear la cuerda en las poleas dobles utilizando prisioneros o cierres para cordón, con el fin de evitar que las cuerdas del Picavet se desplacen durante el vuelo por las poleas dobles:
Bloqueo de las cuerdas del Picavet en las poleas dobles mediante un prisionero
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
El sistema de Picavet suspendido de mi cometa se puede ver en estas fotos:
Mi cometa Delta Conyne con el Picavet colgando de la línea
(Foto: Ana Romero)
Mi cometa Delta Conyne con el Picavet en un Festival de cometas
(Foto: Ana Romero)
Con este Picavet he utilizado diferentes cámaras GoPro, obteniendo como resultado imágenes como estas:
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Creo que la fotografía aérea con cometas (KAP) sigue siendo relevante y atractiva pese a la aparición de los drones. Para mí supone un reto técnico y creativo que requiere conocer bien el viento, saber cómo aprovecharlo o resistirse a él, manejar con precisión la línea de vuelo y llevar la cometa con la cámara hasta el punto más apropiado para fotografiar las imágenes deseadas. A diferencia de los drones, las cometas vuelan bien con viento fuerte, permitiendo operar donde estos no pueden y alcanzar alturas mucho mayores soltando más hilo. Además, el sistema KAP suele ser mucho más barato. Otro punto a favor es que en zonas donde los drones están restringidos o prohibidos, suele ser más fácil volar una cometa sin trámites legales. Por estas razones, la KAP sigue siendo hoy una alternativa atractiva y didáctica para principiantes en fotografía aérea.
Estos son algunos consejos básicos para quienes desean iniciarse en la práctica del vuelo de cometas:
1. Materiales de construcción: si haces tu propia cometa, procura que sea ligera. Para cometas pequeñas os aconsejo papel, puede ser cualquiera, cuanto más liviano y resistente mejor. Una bolsa de plástico es una buena opción para las cometas hechas a mano, pero no es una solución ecológica. Para cometas más grandes puedes utilizar una tela ligera, nailon o ripstop, aunque en este caso tendrás que coser. El armazón de la cometa debe ser el adecuado para el tipo de cometa, tanto en peso como en resistencia. Así, para cometas de papel pequeñas, prueba con varillas de bambú, plástico o madera. Para cometas de tela o nailon más grandes, utiliza varillas de fibra de vidrio o fibra de carbono.
Joven construyendo una cometa
(Imagen: Juan Antonio Muñoz con IA)
2. Cometas compradas: si compras una cometa, no hace falta que sea cara. Normalmente las cometas baratas hechas con materiales ligeros de nailon con estructura de fibra de vidrio o plástico suelen volar bastante bien. Si no tienes claro con qué tipo de cometa quieres iniciarte, prueba con una cometa delta. Siempre vuelan bien. Es fácil caer en la tentación de comenzar con cometas exóticas, muy grandes o complejas que a menudo son muy caras y requieren mayor experiencia para mantenerlas en el aire.
Volando una cometa delta
(Foto: Ana Romero)
3. Línea y carrete: elige la cuerda adecuada para tu cometa, tanto en peso como en resistencia. Una línea trenzada de algodón, nailon o dacrón sintético funcionan bastante bien. No utilices nunca hilos de pesca. Es necesario un carrete, bobina o devanadera para enrollar la línea y facilitar su salida y recogida. Los carretes tipo aro o yoyo son muy aconsejables. Procura protegerte las manos con guantes.
Utilizando guantes y carrete de aro para volar una cometa
(Foto: Ana Romero)
4. Conoce el viento: debes saber hacia dónde sopla el viento. Siempre tienes que colocarte de espaldas al viento para que la cometa se eleve. Para conocer la dirección del viento, tira unas hierbas al aire, utiliza una cinta ligera que ondee al viento, observa las hojas de los árboles o la hierba que se balancea, mire las banderas, pancartas u otras cometas cercanas. Si puedes, consulta los pronósticos del tiempo, también te ayudarán.
Cinta indicadora de la dirección del viento
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
5. Cómo lanzar la cometa: no hay que correr para volar una cometa, sólo los niños lo hacen, basta con soltar la cometa contra el viento. Normalmente las personas que corren con una cometa para volarla, suelen desconocer la dirección del viento. Además, pueden tropezarse o chocar con un obstáculo u otra persona. También es probable que la cometa se caiga cuando deje de correr a menos que se eleve lo suficiente como para encontrar un viento más fuerte.
¿Cómo hay que lanzar la cometa? Depende de la fuerza del viento.
Cuando el viento es flojo, os recomiendo soltar bastantes metros de línea (alrededor de 25 metros o más) y que otra persona sostenga la cometa en el otro extremo frente al viento. En el momento adecuado indica a tu ayudante que suelte la cometa para que se levante naturalmente de sus manos, sin lanzarla contra el viento:
Lanzando una cometa con ayuda de otra persona
(Imagen: Juan Antonio Muñoz con IA)
Con viento moderado o fuerte, basta simplemente con levantar la cometa para que quede de frente y atrape toda la fuerza del viento. Suelta la cometa y libera línea hasta que la cometa alcance una altitud estable. Normalmente el viento es más fuerte a partir de los 4 a 6 metros sobre el suelo.
Soltando una cometa Switch con viento moderado
(Foto: Ana Romero)
6. Control de la línea: hay que controlar la tensión de la línea en todo momento. A medida que la cometa se eleva, libera línea para ganar altura y recoge línea si ésta se afloja. Para ganar altitud hay que soltar y tirar de la línea alternativamente, soltando cada vez más línea de la que se tira:
Volando una cometa india de combate
(Vídeo: Juan Antonio Muñoz)
7. Anclaje de la línea: clava alguna estaca en el suelo donde puedes atar la línea si necesitas descansar, así la cometa seguirá en el aire:
Estaca para sujetar o anclar la línea de la cometa al suelo
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
8. Mantenimiento: si vas a volar cometas de forma continuada es recomendable tener preparado un equipo de reparación para la cometa, con cinta adhesiva, tijeras, varillas extra, cuerda extra, colas extra y parches de papel o de nailon.
Diferentes tipos de colas extras
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
9. Seguridad: no te arriesgues. Nunca vueles una cometa en tiempo de tormenta o cerca de líneas eléctricas, coches y árboles. Mantén una distancia segura de los demás y protégete de las quemaduras solares con un sombrero, gafas de sol y protector solar.
Protecciones al volar cometas con sombrero, gafas de sol y guantes
(Foto: Ana Romero)
10. Lo más importante: ten en cuenta que puede haber algo de frustración al principio. Volar cometas requiere ensayo y error, con continuos ajustes según cambie el viento. Ten paciencia si no lo logras a la primera. Lo esencial es no rendirse y pasarlo bien.
La cometa “Oni de Iki” o “cometa demoniaca de Iki” es una
cometa tradicional japonesa originaria de la isla Iki en la Prefectura de Nagasaki. Su diseño representa una leyenda que narra la lucha entre un
demonio (Oni) y un héroe legendario del folclore japonés. Más adelante
contaré con mayor detalle esta leyenda.
La cometa Oni de Iki que he construido mide 85 cm de largo y
58 cm en su parte más ancha. Está confeccionada con varillas de bambú y papel
japonés Tosa-shi. Decoré la cometa a mano con pinturas acrílicas personalizando
uno de los dibujos clásicos de este tipo de cometas:
Cometa Oni de Iki (vista anterior) (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Cometa Oni de Iki (vista posterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
El diseño de esta cometa tradicional de la isla de Iki
representa el momento en que Yuriwaka Daijin, un héroe con rasgos de samurái,
decapita al Rey de los demonios que habitaban la isla de Iki. Según la
tradición, tras ser vencido, la cabeza del demonio voló por el cielo y, en un
último intento por atacar, mordió con furia el casco de Yuriwaka antes de caer
sin vida. La imagen de la cabeza del demonio (oni) incrustada en el
yelmo del guerrero simboliza la victoria del bien sobre el mal. Los flecos rojos
y blancos simbolizan lágrimas.
Las medidas de las distintas secciones de la cometa que he
construido se indican en centímetros en el siguiente plano a escala. Los
puntos de anclaje de los cabos de la brida están marcados con círculos rojos:
Plano a escala de la cometa Oni de Iki
AB: 85,5 cm; CD: 58 cm; BE: 10 cm
(Dibujo: Juan Antonio Muñoz)
El armazón está formado por diferentes tipos de varillas de bambú, cuyas secciones oscilan entre 2 y 6 mm de ancho. Para curvar algunas de las varillas de esta cometa y darles su forma característica, utilicé una pistola de aire caliente. Até todas las varillas de bambú con hilo torzal de poliéster y reforcé todas las uniones con cola blanca:
Armazón de la cometa Oni de Iki (vista posterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
En la parte inferior de los círculos de bambú más pequeños sujeté unos pequeños ojales metálicos donde posteriormente ataría los flecos de la cometa:
Ojal metálico para sujetar los flecos
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
La cubierta de esta cometa es de papel japonés Tosa-shi con un gramaje de unos 52 g/m2.
Dibujé en este papel los trazos principales del dibujo y lo coloreé con
pinturas acrílicas, reproduciendo el diseño original de esta cometa:
Decoración de la cubierta de la cometa Oni de Iki
(Fotos: Juan Antonio Muñoz)
A continuación, recorté el papel Tosa-shi al tamaño apropiado y lo pegué al marco de bambú con cola blanca:
Papel de la cometa Oni de Iki pegado al armazón (vista posterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Después de dar los últimos retoques a la pintura de la cubierta, la cometa quedó así:
Papel de la cometa Oni de Iki pegado al armazón (vista anterior)
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Para finalizar, sujeté en los ojales de los círculos de bambú unos flecos blancos y rojos, que son característicos en esta cometa. En el extremo inferior del larguero central até un cordel para formar el nudo de amarre donde sujetar una cola. Até los cinco cabos de la brida en los puntos indicados en el plano, comprobando que la cometa quedase bien equilibrada y con un cierto ángulo de ataque.
Mostrando la cometa Oni de Iki
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
A partir de la relación entre la superficie y el peso de esta cometa, pude calcular con mi hoja de cálculo la carga de vela o densidad, lo que me permitió determinar que esta cometa necesitaría un viento de unos 15 km/h para volarla. Solo me quedaba esperar el momento y lugar adecuados.
Actualmente, las cometas Oni se exhiben en los hogares de la isla Iki como amuletos para garantizar la seguridad familiar y la salud. En 1993 fue designada como artesanía tradicional por el gobernador de la prefectura. En el pasado, había varios artesanos de cometas Oni en la isla de Iki, pero ahora solo quedan una joven artesana y su abuela.
La experiencia educativa con cometas que voy a enseñar a
continuación puede servir de modelo a otras escuelas de Primaria que estén
interesadas:
En marzo de 2025, los alumnos de tercero y cuarto grado de
la Escuela Primaria Kingsolver de Fort Knox (EEUU) participaron en la Semana de las Cometas,
un evento organizado por la profesora de Educación Física, y en el que
colaboraron profesores de arte, salud, música y educación física, así como
personal de la administración, los servicios de salud estudiantil y padres.
Esta experiencia de aprendizaje interdisciplinar se diseñó
para fomentar la actividad física, la colaboración y la resolución de problemas
entre los estudiantes. Estos tuvieron que relacionar el vuelo de cometas con
temas de cultura, el clima, la dinámica del viento y el viento como fuente de
energía.
Como docente que he sido, se me ocurren algunas actividades por áreas educativas que se podrían realizar en una experiencia similar a la Semana de las cometas:
Educación Física:
Taller de vuelo de cometas: aprender los componentes de las cometas y construcción de un modelo de cometa. Técnicas de vuelo y cómo resolver algunos problemas del vuelo de cometas. Conocer las técnicas de lanzamiento y control.
Práctica de vuelo supervisado en el patio del colegio o en un campo cercano.
Ciencias Naturales:
Observación del tiempo atmosférico y predicción del viento.
Breve estudio sobre cómo y por qué vuelan las cometas.
Introducción al viento como fuente de energía (molinos, aerogeneradores).
Educación Artística:
Diseño y decoración personalizada de las cometas.
Exposición en el aula de una “galería de cometas”.
Estudiantes decorando sus propias cometas
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Lengua:
Redacción de un artículo sobre la experiencia.
Creación de cuentos o poemas inspirados en cometas.
Lectura de leyendas o cuentos tradicionales relacionados con cometas (ej. Japón o China).
Estudiante redactando su experiencia con las cometas
(Imagen: Juan Antonio Muñoz)
Música:
Creación de una canción sobre la Semana de las cometas.
Acompañamiento musical durante el día del vuelo.
Valores Sociales y Cívicos:
Formación de grupos mixtos para el montaje y vuelo de cometas.
Reflexión en grupo: “¿Qué aprendí al volar cometas en equipo?”
Implicación de las familias y comunidad educativa:
Invitación a las familias para colaborar en el vuelo de cometas el último día.
Colaboración de la Asociación de madres y padres de alumnos.
Cierre de la experiencia:
Jornada de vuelo en grupo.
Mural con fotos, textos y dibujos para exponer en el colegio o en la web del centro.
Cometa expuesta en la valla de un colegio de Primaria con motivo de una experiencia educativa
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
En el desarrollo de esta experiencia educativa, el centro puede optar por dos alternativas en cuanto a las cometas. Una opción es que los propios estudiantes construyan sus cometas desde cero, lo que fomenta habilidades manuales, la comprensión de principios físicos y la creatividad técnica. Como alternativa, el colegio puede adquirir cometas prefabricadas con cubierta en blanco a través de tiendas especializadas en internet. Esta segunda opción facilita el montaje y permite centrar la actividad en el diseño artístico y la expresión personal, ya que cada alumno podrá decorar su cometa de forma única. Ambas propuestas se adaptan a los objetivos de la experiencia y pueden elegirse juntas o separadas según los recursos y el tiempo disponible.
He construido este autómata con cometa como un juguete para mis nietos y, al mismo tiempo, como un sencillo artilugio de mecánica artesanal relacionado con el mundo de las cometas. Una figura de resina, unida por un hilo a una cometa afgana, se mueve gracias al mecanismo del autómata. Las cometas afganas, como esta, vuelan sin necesidad de cola:
Autómata con cometa
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Los materiales para construir este artilugio los encontré en un bazar chino:
Materiales para construir el mecanismo del autómata (de arriba hacia abajo):
caja de madera con tapa de plástico de 18 × 5,5 cm; discos de madera con corteza, de 3 a 4 cm de diámetro; una varilla de madera de 5 mm de diámetro; un alambre; y un pequeño cilindro de madera de 1,5 cm de longitud para la manivela.
Materiales para construir la figura con cometa (de izquierda a derecha):
una pequeña cometa afgana de papel de 5,5 cm de longitud; un alambre unido con hilo de poliéster a una pequeña varilla de madera, que servirá de larguero donde se pegará la cometa; y una figura de resina que modifiqué para colocar un carrete de cometa entre sus manos.
El mecanismo del autómata se ilustra en la siguiente imagen:
Mecanismo del autómata
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Un eje central de madera recorre longitudinalmente la caja. Montados sobre el eje hay cuatro discos de madera: dos en el exterior y dos en el interior de la caja, unidos entre sí por una varilla descentrada. En esta varilla se fijará, mediante un lazo, el alambre que sale por la rejilla superior y se conecta con la cometa:
Fijación del alambre al mecanismo del autómata
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Es importante que el lazo del alambre pueda girar libremente alrededor de la varilla de madera. El disco exterior situado a la derecha sostiene una manivela que permite accionar el mecanismo. Todas las uniones se realizaron con cola para madera.
La cometa afgana de papel está pegada a una fina varilla de madera, la cual permanece sujeta al alambre mediante un hilo de poliéster. El resto de este hilo se enrolla en el carrete de la figura de resina:
Fijación de la cometa en la estructura del autómata
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Una vez ensambladas todas las partes del autómata, así es como funciona:
En este vídeo grabado durante el Festival de Cometas en la playa de Qingdao
(China) en 2025, se puede observar la actuación coordinada de un equipo de
pilotos de cometas acrobáticas de cuatro líneas. Se trata de una modalidad de
vuelo que requiere un alto grado de destreza, comunicación y compenetración
entre los miembros del grupo:
Vuelo de cometas de cuatro líneas en el Festival de Cometas de Qingdao (China) 2025
Las cometas utilizadas son de cuatro líneas (habitualmente conocidas por marcas como Revolution o sus variantes), que permiten un control muy preciso del vuelo: avance, retroceso, giro sobre su eje, suspensión en el aire, frenado brusco y rotación sobre un punto:
Lo que se puede hacer con una cometa Revolution
Estas capacidades de vuelo de este tipo de cometas hacen posible el vuelo coreografiado en equipo, casi como una danza aérea, donde cada piloto tiene que mantener el ritmo, la posición y la orientación respecto al conjunto:
Vuelo en equipo de cometas de cuatro líneas
Los equipos de vuelo suelen realizar figuras clásicas del vuelo sincronizado: formaciones en línea, cruces simétricos, rotaciones en espejo y bloqueos simultáneos, donde todas las cometas quedan suspendidas en posición estática. Estas maniobras requieren una constante coordinación verbal o visual entre los pilotos, que deben adaptar la tensión de las líneas y los movimientos de las manos para mantener la cohesión del grupo:
Vuelo acrobático de cometas en equipo
Uno de los aspectos más técnicos del vuelo en equipo es el control del espacio tridimensional, ya que no solo importa el desplazamiento horizontal, sino también la altitud relativa de cada cometa para evitar colisiones y generar figuras limpias y comprensibles desde el suelo.
Un dron filmando a un equipo de vuelo de cometas deportivas de cuatro líneas Revolution
Este tipo de exhibiciones suelen formar parte de festivales internacionales de cometas, y son una muestra clara del desarrollo del vuelo de cometas en equipo como disciplina reconocida dentro del mundo del vuelo acrobático.
La 38ª edición de uno de los festivales de cometas más
importantes del mundo, los “Encuentros Internacionales de Cometas 2025”, celebrado
en la playa de Berck-sur-Mer (Francia), fue el escenario donde pilotos de siete países
batieron un récord mundial: 20 cometas gigantes con forma de ballena flotaban
simultáneamente en el cielo de Berck el 16 de abril de 2025:
Cometas con forma
de ballena durante el 38º Festival Internacional de Cometas en la playa de
Berck-sur-Mer, en el norte de Francia, el 16 de abril de 2025 Fuente: Youtube (Ver el vídeo)
Las ballenas medían entre 6 y 30 metros de longitud. Participaron 15 pilotos de 7 países diferentes (Francia, Italia, Holanda, Kuwait, Reino Unido, Colombia y Alemania). Hubo mucha colaboración y coordinación entre ellos. Tuvieron que esperar a que el viento alcanzase casi 40 km/h para que las cometas pudiesen despegar y se necesitaron al menos tres personas para controlar cada cometa.
El Festival de
cometas en Berck-sur-Mer 2025 (Fuente: Youtube)
Pilotos de cometas rompen récord mundial en el Festival Internacional de Cometas del Norte de Francia
En febrero de este año se celebró en la Escuela Primaria de Asta (Italia) un taller de cometas contra el acoso escolar en
previsión del Día Internacional contra el Bullying:
La actividad, dirigida a estudiantes y docentes, utilizó las cometas como símbolo para reflexionar sobre los efectos del acoso escolar y la importancia de construir un entorno de respeto y empatía.
Los organizadores usaron la metáfora de las cometas para mostrar cómo el daño psicológico puede frenar los sueños y el crecimiento de un niño, igual que un viento fuerte puede hacer caer una cometa. Así como la cometa necesita el viento para volar, las personas necesitan el apoyo de su entorno para crecer con seguridad y libertad. Con esta imagen, querían que los jóvenes entendieran lo frágil que puede ser la autoestima y la importancia de protegerla.
Durante el taller, los estudiantes construyeron sus propias cometas y escribieron en ellas mensajes de esperanza, amistad y solidaridad.
Estudiantes de la
Escuela Primaria de Asta mostrando las cometas que construyeron Imagen publicada bajo la licencia CC BY 4.0 IT. Fuente: Progetto
“L’Atelier del Vento”
Además de la actividad manual, se realizaron dinámicas de grupo y charlas sobre la prevención del acoso escolar en las que participaron estudiantes y docentes.
Como docente que he sido, escribo este artículo con la esperanza de que pueda inspirar a otros centros escolares a organizar actividades similares. Las cometas son un excelente proyecto artístico colaborativo para el día contra el acoso escolar. Por ejemplo, se puede dividir a los estudiantes en grupos para que diseñen sus cometas con rotuladores. Las cometas las pueden hacer ellos mismos o comprar en Internet paquetes de cometas blancas para ser decoradas.
Taller de cometas para niños y niñas (Foto: Juan Antonio Muñoz)
Los docentes deberían explicar a los estudiantes que los acosadores suelen despreciar a los demás, y que es importante apoyar a quienes sufren acoso y trabajar juntos para superarlo. Luego, los estudiantes podrían escribir mensajes en las cometas sobre el acoso escolar:
Diseño con rotuladores de una cometa con un mensaje contra el bullying
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
La actividad podría terminar haciendo volar sus cometas:
Niños y niñas volando cometas después de un taller de cometas
(Foto: Juan Antonio Muñoz)
Compartir esta iniciativa puede ser un primer paso para que más colegios e institutos se animen a utilizar herramientas educativas innovadoras que fomenten la reflexión y el compañerismo.